Empezamos la semana de enhorabuena, ya que si meses atrás felicitamos a una miembro del grupo ABBA (cuyo disco de regreso "Voyage" está muy bien), hoy hacemos lo propio con otro de ellos. Al igual que nos ocurrió con Agnetha Fältskog, de quien nos olvidamos felicitar su 70 cumpleaños el año pasado y lo remediamos el pasado abril, en noviembre del 2020 nuestra artista de hoy cumplió 75 y se nos fue el santo al cielo a la hora de homenajearla como es debido. Pero no hay mal que por bien no venga, y nunca está de más felicitarla por este año de más y por todos los que esté con nosotros mientras el cuerpo aguante. Hoy es el Día de ANNI-FRID LYNGSTAD. Grattis pa födelsedagen FRIDA!
Al igual que su compañera de carrera Agnetha, la cantante noruego-sueca también mantuvo un perfil más bien medio-bajo al disolverse Abba en 1982. No obstante, tanto en sus primeros años de carrera musical en los 60, como con el famoso cuarteto y lo que vino después, no son pocas las voces que, comparando a ambas cantantes, afirman que Anni-Frid siempre ha sido más atrevida y echada hacia adelante. ¿Evidencias? De adolescente, echó una mentirijilla sumando tres años más a su edad para poder entrar a trabajar como cantante profesional; se casó en segundas nupcias con Benny Andersson tras un noviazgo de cerca de 8 años y dos hijos de su matrimonio anterior con Ragnar Frediksson.
Más pistas de lo que digo: antes, durante y después de Abba, la pelirroja cantante fue de las más osadas visitiendo: ya fuera con las prendas más simples o lo más sofisticado y hasta hortera de cada época, todo le quedaba bien, y por ello se ganó el favor de no pocas revistas que la fotografiaron para reportajes de moda. También lo era a la hora de moverse por el escenario o hacer simplemente la payasa: buscad su original número de baile a la mitad de "Gimme! Gimme! Gimme!", la canción estrella de su recordada gira mundial de 1979, o su vis cómica en el videoclip de "Head Over Heels", ya entrados los 80.
Y en lo puramente musical, a quienes podemos ser ya sus hijos o nietos nos sigue sorprendiendo que trajera a la fría Suecia el "Baby Love" de Diana Ross ,o que años más tarde su disco de cabecera, especialmente tras separarse de Benny, fuera el debut de Pat Benatar. Más adelante, en los 90, los fans levantarían las cejas al saber de sus colaboraciones con Arturo Sandoval, Jon Lord (ex-teclista Deep Purple reconvertido en compositor de orquesta à la James Last) y con la muy llorada Marie Frediksson (1958-2019), voz femenina de Roxette.
[ INCISO NECESARIO: mucho antes de formarse el citado dúo de pop sueco, Frida pidió a un chaval llamado Per Gessle que pusiera música a un poema titulado "Threnody" de la escritora norteamericana Dorothy Parker (1893-1967). El resultado no tenía nada que envidiar al pop-folk cantado que producía Mike Oldfield ].
Su último team-up conocido ha sido con el trompetista Arturo Sandoval en 2018. En resumen, que aún con un perfil bajo, Frida tampoco ha renunciado a rodearse de los mejores tanto por producción como por influencias. Lo mismo que Agnetha...Pero buscando dar más caña que aquella.
- "HERE WE'LL STAY"
Cuentan los biógrafos de Abba que Frida preparaba canciones para su LP "The Visitors" de día, y de noche escuchaba con un walkman el cassette "Face Value" de Phil Collins, y que le gustó tanto su sonido y el mood que desprendía que enseguida decidió trabajar con él tan pronto como concluyera la promoción del ya penúltimo álbum del grupo. Por su parte, en un "making of" grabado sobre el disco "Something's Going On", Phil Collins ya indicó el crush que tenía Frida por la ya citada Pat Benatar, y ese nervio de la rockera norteamericana también fue una de las guías para el nuevo disco. Lo que no se cuenta tanto es que Collins, hiperactivo y perfeccionista, tuvo que espolear a Frida al ver que ésta se quedaba viendo cómo todos los músicos preparaban el material (una actitud cómoda que había mantenido durante toda su trayectoria con Abba). Lejos de chocar, la artista canalizó aquel regaño inicial y se sirvió de ello para implicarse más a la hora de seleccionar, por primera vez en muchos años, su propio repertorio y decidir sobre la marcha cómo hacer sonar cada canción. Eso y el hecho de que Phil Collins ya conociera de antemano el equipamiento de los Polar Studios (allí grabó el disco "Duke" con los Genesis) facilitó el proceso. El elepé estaba bastante equilibrado entre temas suaves como "You Know What I Mean", "Strangers", "To Turn The Stone" y más enérgicos como "There's Something Goin' On", "Tell Me It's Over", "I See Red" y hasta insinuantes como "I Got Something".
"Here We'll Stay" fue uno de los singles elegidos para promover el álbum, pero inexplicablemente, el entonces mandamás del sello sueco Polar Music y ex-mánager de Abba Stig Andersson (1931-1997) , acaso celoso de la nueva actitud de su artista, "secuestró" el dúo original de Frida y Phil y la cantante sólo pudo sacarla si la regrababa ella sola. ¡Qué mala es la envidia! La tonalidad de la pieza es Mi bemol.
- "SHINE"
Todos los fans de Frida coinciden en decir que "Shine" es el disco post-Abba más avanzado y rompedor de la cantante. Y también que ese fue uno de los más incomprendidos por la crítica de entonces. ¿Qué hacía una artista que ya estaba en sus 40 sumando fuerzas con un productor como Steve Lillywhite que por entonces ya había producido a ídolos del new wave y el rock que consumían gente que podrían ser sus hijos? En el historial de este productor figuraban ya los tres primeros discos de unos emergentes U2, Psychedelic Furs o Talking Heads. A pesar de la nula promoción de cara al mercado americano, el álbum rascó el Top 10 en varios países europeos, incluída toda la Península Escandinava.
Además de la pieza que le da título (cuya tonalidad es Re mayor), el trabajo contiene algunas joyas ocultas dignas de ser revisadas como "That's Tough", "Twist In The Dark" y "Chemistry Tonight".
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