Hace unos añitos en este mismo blog os propusimos dos canciones para conmemorar el Día De los Enamorados. Y como hace mucho tiempo que no repetíamos tendencia como sí ocurre en otras fechas como el Orgullo LGTBI o Sant Jordi, hemos decidido retomar también esta buena práctica, sin importar si tienes o no a alguien especial a quien declararle tu amor. Tiempo atrás, las agraciadas fueron dos canciones españolas de los 70, y esta vez nos transportamos a los 80 de la mano de unas artistas veteranas estadounidenses con mucha energía y, además, vinculadas al Gran "Museo" del Rock Americano. ¿Queréis conocerlas? ¡Vamos allá!
ANITA BAKER: "SAME OLE LOVE"
Hay quien dice que esta cantante natural de Toledo (¡ojo, estado americano de Ohio!) fue durante la década de los 80 alternativa perfecta a la superventas Whitney Houston, que debutó en 1985 cuando Anita ya tenía un bagaje interesante como antigua vocalista de la banda de soul y funk Chapter 8. Sin embargo, su debut en solitario "The Singstress" se alejaba de la corriente bailable que ya impregnaba el R&B de la década, y su primera canción en el Top 10 fue "Angel". El álbum alcanzó el Top 5 , pero ese éxito tuvo un reverso oscuro: el sello Beverly Glen, la pequeña disquera que lanzó el disco, no le pagó ningún royalty, así que el asunto acabó en los tribunales. Tras resolverse el litigio a su favor y obtener la carta de libertad, Anita decidió firmar con Elektra Records para publicar su segundo álbum y, de paso, asumir valientemente la producción ejecutiva para tener mayor control sobre su obra. El resto es conocido por todos: el LP "Rapture" de 1986 superó los cinco millones de ejemplares vendidos y le rentó sus dos primeros premios Grammy (mejor interpretación femenina y mejor canción R&B por "Sweet Love", una canción con la que no pocas parejas han bailado pegados ayer, hoy y siempre.
Naturalmente, no es justo reducir todo el cuerpo de su trabajo a los hits de "Rapture". Sus álbumes también dejaron ir temas deliciosos como "Same Ole Love" (del que os dejamos el vídeo y los acordes más abajo), "Mystery", "Giving You The Best That I've Got", "No One To Blame", "Talk To Me" o "Wrong Man". Incluso cuando reapareció en 2004, tras un paréntesis de 10 años en los que se dedicó a cuidar de sus dos hijos (una aspiración que había postergado durante años), su disco de regreso "My Everything", ya con el legendario sello Blue Note Records, fue bien recibido, e instituciones como los los ya citados Grammy, la American Music Awards y también los Soul Train (donde cosechó aún más galardones) siguieron incluyéndola en sus quinielas de nominaciones. Coincidiendo con ese "comeback", Anita Baker fue ingresada en el célebre Rock And Roll Hall Of Fame en 2005.
Años después, incluso cuando agotó su gira de despedida de 2018 y todos la creían definitivamente retirada, el pasado 26 de enero, fecha en que ha cumplido 64 primaveras, anunció por Twitter una nueva tanda de conciertos en Las Vegas para finales de mayo de este mismo año. Y para seguir demostrando sus dotes de jefa, el pasado otoño ganó otra batalla legal importante: la de la posesión de los másters de todos sus discos originales que había editado con el grupo Warner, en la que incluso animó a los fans a dejar de realizar streamings de su música disponible en plataformas digitales como medida de presión hacia la multinacional. ¡Buena jugada!
Como complemento a un día señalado como este, os incluyo una canción de la también autora veterana Carly Simon que quizás debería ser más radiada en emisoras españolas de clásicos del pop. Más que nada porque las únicas que se oyen actualmente de ella no pasan de "You're So Vain", "Coming Around Again" y "Let The River Run". Pero Carly es mucho más: tuvo el privilegio de cantar el tema principal de la película "La Espía Que Me Amó" (de cuando Roger Moore hacía de James Bond), escrita por dos "tótems" de la música ligera americana como Carole Bayer-Sager y Marvin Hamlisch. Otras grandes contribuciones suyas fueron y son baladones como "That's The Only Way I've Always Heard It Should Be" , la más movida y popular "Mockingbird" junto al que fue su marido James Taylor, piezas rabiosas como "Vengeance" y "Tired Of Being Blonde"ola animada "You Belong To Me", escrita a cuatro manos junto a Michael McDonald y popularizada en los 70 por los Doobie Brothers, que también más tarde se dejó oir de soslayo en la taquillera comedia "Buscando A Susan Desesperadamente" de Madonna. Ha cantado estándares de jazz (yo descubrí en su voz "My Romace", utilizada en una publicidad de la perfumera Estée LAuder) y hasta se atrevió con el reggae urbano de la mano de los Chic, con la animada "Why", también para una película poco recordada cuyo título aquí sería "Sopa Para Uno". Por crear, ha creado hasta libro de cuentos originales.
Nuestra propuesta para seguir adornando este San Valentín pertenece originalmente al álbum "Coming Around Again", que se publicó al año siguiente de que dicha canción apareciera como leit motiv en la BSO del melodrama "Se Acabó El Pastel" (1986), con Meryl Streep y Jack Nicholson. Si, como esta cantante, a vosotros también os gusta que todos se enteren de lo bien que rechináis el catre con vuestra pareja y no os importa lo que los vecinos digan, "All I Want Is You" es para vosotr@s.
Al cierre de este artículo, nos enteramos que la Simon ha sido propuesta par entrar en el Rock & Roll Hall Of Fame en este 2022. La competencia es dura, pues tiene a grandes competidores como Duran Duran, Eurhythmics, A Tribe Called Quest, Eminem, Dolly Parton, Dionne Warwick o Fela Kuti (a título póstumo). Esperamos que pronto pueda compartir ese honor con Anita Baker.
El post de hoy es especialmente especial no ya porque he pasado varios días sin publicar sino porque hace un año que, hallándome en una circunstancia personal realmente mala, apenas tenía energías para escribir más detalles acerca del artista de turno,así que colgué la canción que tenía en mente junto con los acordes y nada más.
Por añadidura, este que leéis es el primer post que realizamos en nuestro blog con el cambio de imagen que prometimos dar en el artículo inmediatamente anterior. Creo haber encajado y procesado bien las sugerencias e ideas que pedí a unos ex-compañeros de un curso de Community Manager que realicé el año pasado y espero que os resulte más cómodo a la vista y más atractivo, especialmente ahora que descubrí la forma de definir este trabajo de amor a la música que tengo en la red. Sí, amigues, hablo de la frase de cabecera, igual o más valiosa que el eslógan que tenía hasta ahora. Un eslógan que ahora no veis pero que sigue presente: una invitación sin fecha de caducidad para que allá donde sea que haya un escenario y montar una jam session , podáis subir a tocar y disfrutar buenas canciones pop.
Sin más preámbulos, voilà el "flip-side" de THE STRANGLERS.
He aquí una formación británica de new-wave considerados en su momento (y aún hoy) unas aves raras en lo musical y en lo estético. Su paisano Johnny Rotten, una de las tres almas de los Sex Pistols,los definió como una banda de hippies de pelo corto. Salidos del mundillo punk, dicho movimiento ya los miraba de través dada la edad avanzada de su baterista Jeff Black, la formación en guitarra clásica de Jean-Jacques Brunnelo hasta por el hecho de que Hugh Cornwell hubiera completado la universidad. Por no hablar del rasgo diferencial de los teclados "clásicos" a cargo de Dave Greenfield (1949-2020) ya desde las primeras grabaciones garajeras del cuarteto, que luego añadirían más peso a su particular tránsito hacia el pop.
Con semejantes ingredientes, ya a primeros de los 80 sus seguidores punk levantaron las cejas al oir los arreglos de "Golden Brown" (que suena a folk con clavicordio) o, un poco más tarde, cuando apareció su LP "Feline", donde desarrollaron un sonido que los acercaba a algunos de sus vecinos que lo petaban más arriba en las listas como los primeros Duran Duran...Pero si buscáis puntos de comparación, la música y el sonido de The Stranglers de la segunda mitad de esa década puede estar más cerca de formaciones Echo & The Bunnymen o Aztec Camera . Probad a escuchar discos como "Ocean Rain" de los primeros y "Knife" de los segundos y confrontadlos luego con un trabajo de los Stranglers como "Dreamtime" (este es el disco que contenía originalmente el tema "Always the Sun", cuyos acordes publiqué el año pasado). Naturalmente, la audiencia de estas bandas tendría algo más de edad que quienes siguieran en esos mismos años a los de Simon Le Bon.
En cambio, si hay dos características común entre los chicos de Cornwell y los Duran. La primera: las discografías de ambas formaciones que corresponden a los 90 y dos-miles están prácticamente enterradas en el olvido colectivo (y en este caso hablamos de ocho álbumes publicados entre 1990 y 2012 que merecen ser revisados, especialmente por su vena guitarrera). La segunda es una sorpresa que está por venir: un nuevo disco de Stranglers verá la luz próximamente en septiembre. Se llamará "Dark Matters", será el decimoctavo de estudio y hasta ahora se han publicado dos avances: uno el pasado mayo como homenaje a Dave Greenfield, fallecido por Covid-19 el año pasado ("And If You Should See Dave"), y otro hace pocos días, en una onda igual de tranquila ("The Lines").
Aparentemente estamos antes una pieza en dos partes muy diferenciadas. En la parte de los acordes hay un juego en el que en la estrofa baila entre dos acordes, siendo Mi menor el principal, y luego mediante una subida diatónica ese mi es mayor. En la parte del estribillo, la cosa es más sencilla pues se juega claramente con acordes de la tonalidad de Fa mayor en una progresión de I-IV-III, peeero...El acorde de Si bemol de esa escala es sustituído por Si bemol menor (conservando la séptima mayor) y el Sol con que se remata el estribillo es mayor.
Me ha parecido que este es el mejor momento para volver a escribiros con nueva música que aprender ahora que todo un país fue testigo el mes pasado de UNO: cómo el anuncio del fin del estado de alarma por Covid-19 ha llegado a su fin y la válvula de escape ha tenido el efecto deseado entre muchos de nosotros, y DOS: cómo gente que podrían ser ya hijos míos se dejaron la sesera en casa hace casi un mes tanto a la hora de "votar libertad" y perpetuar en el poder a una localcoño de derechas en la Comunidad del Oso y el Madroño como a la hora de celebrar el cese de la alarma estatal.
Por si acaso, os emplazo a seguir llevando mascarillas mientras tienen o no lugar las próximas pruebas piloto en locales de ocio para que éstos puedan volver a funcionar "a full"...pero progresivamente. Tras el éxito del "concierto-test" de LOVE OF LESBIAN del pasado abril en Barcelona, creo que los próximas pruebas de fuego serán igual de exitosas, y eso depende más que nunca de una buena actitud colectiva. "Avive el seso y despierte", que diría el poeta Jorge Manrique si viviera en este siglo. Y ya puestos a reencontrarnos con el hedonismo y el placer que nos proporciona lo audiovisual cara a cara, hoy toca tocar un par de hits de una banda que justamente representaba la joie de vivre sofisticadade los 80 del siglo pasado: DURAN DURAN.
"THE REFLEX"
Más conocida por un servidor como la canción "para caídas y torceduras", este fue el hit con el que los de Simon Le Bon afirmaron posiciones en el mercado norteamericano, una vez se destapó la "Duranmanía" con su exitoso LP "Rio" de 1982, un trabajo en el que el cuarteto mostraba su imagen de marca de niños bien viajando a todo trapo por parajes de ensueño entre el Sureste Asiático y América Central y, de paso, se disputaban el fandom inglés y europeo con sus paisanos Spandau Ballet. En su caso hubo que echar mano del formato maxi-single para empezar a convencer a los norteamericanos, y la cosa funcionó bastante bien con los remixes, en especial con el de "Hungry Like the Wolf". La difusión de aquellas postales sonoras en videoclip por la MTV también les ayudó a tomar buenas posiciones en el Billboard americano.
La ingeniería de sonido a posteriori también fue crucial para el éxito masivo en EEUU, especialmente cuando las críticas hacia el álbum "Seven And The Ragged Tiger" no fueron tan buenas como las del LP anterior. Uno de los artífices que consiguió reflotar el sonido de Duran Duran fue Nile Rodgers : el mítico 50 por ciento del dúo Chic ya tenía experiencia poniendo a David Bowie en el punto de mira de las discotecas con "Let's Dance", así que ayudó también a dar con el sonido perfecto que Le Bon y John Taylor no acababan de encontrar para acabar de hacer bailar a la gente en los clubes.
Una de las críticas duras de ese trabajo fue que "las letras no tenían ningún sentido". Sólo al cabo del tiempo, cuando se empezaron a revelar las adicciones asociadas a su fama, se supo que las estrofas de "The Reflex" hacían referencia a la vida descontrolada de una persona metida en la espiral del juego. En los mentideros de internet de nuestro siglo también se interpreta como un canto a las bondades de la masturbación, pero al hacerse vox populi la adicción al juego que sufrían el padre y el abuelo del cantante, la interpretación más plausible de ese "reflejo" es la de una típica "buena racha" que cuando menos te lo esperas te da la espalda y empieza a confundir la mente y destruye poco a poco pequeñas cosas del mundo real alrededor de quien la lleva.
De esta otra canción ha sido especialmente difícil encontrar un link que aunara letra y acordes, así que en el último momento he decidido montar uno yo mismo (en realidad es algo que siempre me gusta hacer, y los que me leen con asiduidad lo saben). Me disculparéis la ignorancia, pero creía hasta hace poco que la pieza pertenecía a su célebre disco de 1993 "Ordinary World", pero no: fue single de un álbum anterior de 1990 llamado "Liberty". Por esa época, alguno de sus miembros ya andaban poco finos en lo personal: si del álbum "Big Thing" de 1989 se filtró que Le Bon le daba alegría a la napia (¡ya tú sabeh!), para este disco el más afectado fue John Taylor, quién años más tarde confesaría que lo único que recordaba de la grabación de aquel trabajo fue que se la pasaba inhalando aceite de cannabis. Ni siquiera recordaba que grabaron seis temas extra que se quedaron en un cajón y que alguien ajeno a ellos publicó en modo pirata diez años más tarde.
Así, a contradicción amor/odio de la que habla la letra de "Serious" parece una prueba de este "estar y no estar" particular de la banda. Ni qué decir tiene que, pese al reflote de su éxito con el citado "Disco De la Boda" que vino después, los Duran se pegaron el hostión mayúsculo de su carrera con su álbum de versiones "White Lines" de 1994: más que nunca, aquella canción que había sido un éxito de rap en los ochenta a cargo de Melle Mel era un aviso de panel luminoso de la drogadicción seria de su líder.
Desde entonces hasta nuestros días y a pesar de los no pocos reconocimientos a su trayectoria, Duran Duran ha tenido fortunas no muy buienas con los álbumes que irían publicando durante este siglo XXI: quizás "Paper Gods" de 2015 sea el único trabajo reciente que, mostrando reflejos del sonido que habían parido en su etapa buena y buenas colaboraciones etelares como las de Janelle Monáe y Nile Rodgers, devolvió al público la ilusión por esta banda legendaria. Sus último pasos conocidos son una versión muy ad hoc de la canción "Five Years" de Bowie al conmemorarse cinco años de la muerte del Duque Blanco el pasado mes de enero, y está por ver si su último LP "Invisible", realmente invisibilizado al cancelarse su lanzamiento en 2020 por motivos de pandemia, estará a la altura de lo que ha predicado la revista Rolling Stone como uno de los 54 disco más esperados de este año en que, por suerte, las cosas vuelven a su sitio aunque sea "a tontas y a IDAs" (¡Uy, perdón! A locas...Que de eso saben mucho quienes me leen desde Madrid).
Al cierre de la edición de este concierto, os decimos que el nuevo disco saldrá el próximo 22 de octubre, y la banda ya tiene dos fechas programadas en Reino Unido para septiembre.
Aunque este es un blog donde nos divertimos re-descubirendo temas pop, es justo y necesario hacer un guiño al Día Internacional del Jazz y, de paso, rematar un mes especialmente fértil de efemérides y "Días Mundiales De..." No os asustéis, que no voy a meteros nada de ningún "dinosaurio" del jazz, pero sí hablar un poquito de una banda que durante los años 80 y hasta los últimos 2-miles de este siglo ha hecho mucho y bastante bueno por acercar las formas de este género a los oyentes de radiofórmula de medio mundo. Rematamos, pues, este abril con el swing de los MATT BIANCO.
En la formación original se hallaban los británicos Mark Reilly, Danny White y la cantante polaca Basia Trzetrzelewska (de izquierda a derecha en la foto) . Arrancaron con un primer single que ya ponía en claro de qué palo iban a ir para conquistar oyentes: pop saltarín con formas de música vocal y de baile de los años 40 y 50 tocadas por sintes y algún que otro instrumento de viento (mayormente un saxo barítono, un registro más propio del rock & roll de los años 50 que del pop contemporáneo. De hecho, la parte masculina provenía de una formación de jazz moderno llamada Blue Rondo À La Turk. El título, una invitación a desperezarse dentro y fuera de la casa: "Get Out Of Your Lazy Bed". No sería más de un año más tarde que apareció su disco de debut "Whose Side Are You On?" y ese mismo single, regrabado para la ocasión una vez liquidados los Blue Rondo pudo despegar. No obstante, gracias a aquella etapa previa, la nueva banda desarrollaría también buen gusto para las instrumentales de creación propia, mal que éstas fueran relegadas a las caras B de sus singles. Si os gusta esta vertiente, buscad piezas como "Matt's Mood", "The Other Side" o "Up Front".
Para el siguiente álbum, llamado como ellos mismos, se produce el primer baile serio de componentes: Danny y Basia, con gran peso compositivo y de arreglos vocales -ahí están "Half A Minute" o " Sneaking Out The Back Door" para demostrarlo- decidieron dejar el grupo, y juntos desarrollarían música similar en paralelo en otra compañía. Pero Reilly no iba a quedarse sin teclista fácilmente, y reclutó a Mark Fisher (1959-2016), antiguo componente de los funkeros Alibi que también había conocido el éxito como teclista para los Wham! Con semejante peso pesado, Matt Bianco se volvió algo más "funkero", pero también dio más protagonismo a los ritmos tropicales. Como ejemplos tenemos "Dancing In The Street", "Fly By Night", "Love Situation" , y hasta una rareza llamada "Undercover", grabada juntio a Basia como invitada pero que la cantante también se llevó para su primer LP en solitario, cambiándole algunos versos y el título a "Run For Cover".
Esta nueva onda caribeña llamó la atención de Emilio Estefan, y gracias a él los Bianco asaltan el mercado norteamericano en 1988 con "Don't Blame It On That Girl", punta de lanza del tercer LP "Indigo". Al cambio de la década, empero, tras un recopilatorio que se vendió bastante bien, el siguiente disco de estudio, "Samba In Your Casa", no encajó del todo bien entre el público (de hecho, incluso hoy suena demasiado sofisticado y artificial; ni siquiera se salva el cover de "What A Fool Belives" de los Doobie Brothers . ¿Acaso Reilly y Fisher lo grabaran más bien para liquidar su relación contractual con WEA East/West?). No fue hasta 1995 que recobraron el favor de un público ya adulto y fan del smooth jazz y hasta de los clubes de baile con "Gran Vïa", que incluía la "Lost In You" y, en 1998, con "World Go Round", que contenía no pocas pinceladas de flamenco y hasta un cover del "Sunshine Day" de los Ossibissa.
Pese al acercamiento a la cultura musical "Typical Spanish", este último trabajo tampoco acabó de cuajar entre el gran público, así que se produjo un gran silencio hasta 2004...Y un inesperado milagro: Basia, que por entonces no había grabado más álbumes enteros desde que publicó su recopilación "Clear Horizon", aceptó la invitación de Mark Reilly para reunir a la formación original, y así se gestó "Matt's Mood 2004" con nuevas canciones, entre las cuales dos singles que funcionaron estupendamente en las radios "smooth": "Ordinary Day" y "La Luna". Durante los siguientes años de este siglo, Reilly y Fisher grabarían aún tres discos más en esta nueva etapa y, tras el deceso de éste último a los 57 años a causa de un cáncer de esófago, Reilly tomó fuerzas para producir y cantar "Gravity", una deliciosidad de álbum de jazz orgánico donde su voz parece inalterada al paso del tiempo.
La propuesta del día es una pieza en Sol menor (dos bemoles en la armadura), en las que uno de sus acordes pertenece a la escala menor melódica: en este caso el Mi no es bemol sino natural y es la raíz de un acorde semidisminuído, mientras que el acorde de Re no es menor sino mayor con séptima menor, ya que actúa como dominante secundario del acorde de la tonalidad. Además se presenta con dos típicas tensiones "extra" más allá de su cuatríada: una novena sostenida y una novena bemol. Se trata de dos "colores" o matices muy usados en el jazz que, en este caso, son adecuados para los acordes dominantes. Otro aviso que os doy es este: el vínculo hacia letra y acordes presenta no pocos versos erróneos que yo mismo he decidido corregir. Esta revisión debe ser aprobada en dos días. Entre tanto, me doy cuenta de que existe una cantidad importante de pop en los 80 en el que los temas de espionaje y policíacos estaban "en vogue", y no sólo por los Bianco: de la misma época, por ejemplo, tenemos a Duran Duran (que se curraron la canción de BSO de "Panorama Para Matar"), a Sade con el videoclip de "Smooth Operator", los flamantes clips "Billie Jean" y "Smooth Criminal" de Michael Jackson o, más cerca de casa, la estética "film noir" del videoclip de "Lobo Hombre en París" de La Unión y el tono jocoso de las Objetivo Birmania en "Es Muy Duro Ser Una Chica Bond" e "Incógnito". No hay que olvidar que la Guerra Fría y el Telón de Acero que partía Europa en dos mitades continuaron en pie hasta entrados los 90 y eso siempre alimentó la imaginación de los "entertainers". Que se lo digan a Ian Fleming.
Y ya que, como veréis, esta pieza presenta un trabajo importante de improvisación al piano, me apetece dedicarle este escrito a un pianista con el que me reencontré no hace mucho en un concierto al aire libre y con el que la Ley de Murphy se cobró un peaje: hace casi una semana que Tomàs Fosch, que acompañaba a mi paisano guitarrista Arnau Gil en un concierto del ciclo Jazz A Prop de mi ciudad de este año, resbaló de su silla justo al acabar un solo con su Nord Electro 3, y aunque eso no es algo que se le pueda desear a un músico, ya fuera porque los asistentes en general necesitamos ver shows en vivo y estábamos casi desacostumbrados a causa de tantos confinamientos forzados, aquello nos dio la vida y no pudimos evitar reirnos y aplaudir de forma espontánea. Esperemos que aún no le duela el culo al sentarse.
Anteayer supimos la noticia del fallecimiento a los 64 años de edad de la que es y será ya por siempre una de las voces con las que más fácilmente se identifica el pop producido en la década de los años 80. Sirva este artículo como sentido homenaje a MARK DAVID HOLLIS, voz y alma del grupo británico TALK TALK.
Como la gran mayoría de artistas británicos de pop de dicha década, la cuna musical de Mark Hollis fue el punk de finales de los años 70, y de ahí pasó a abrazar el "new wave" y la ola "new romantic" sofisticada que poco más tarde elevaría a la fama a bandas como Duran Duran o The Human League, y de ahí a hacerse un hueco entre los seguidores del "synth pop". Sin embargo, el rasgo diferencial de Talk Talk como banda es que ni en las (chulísimas) portadas de sus cuatro álbumes ni tampoco en sus videoclips explotaron su marca en base a que sus caras se vieran en los medios, y dieron prioridad a un desarrollo musical siempre libre y alejado paso a paso de las modas de la era del videoclip y las demandas del mercado discográfico ¿Pudor? Qui lo sá...Esa misma actitud para con la música fue seguida más tarde por otro paisano, el malogrado George Michael, cuya negativa a aparecer en la portada y los vídeos del disco "Listen Without Prejudice Vol.1" y posteriores le valió un pleito sonado con Sony Music.
Ya en su primera etapa, la del disco "It's My Life", la canción bandera apenas dejaba ver al cantante entre las diversas tomas de grupos de animales diversos en libertad, lo cual dio a especular si la voz poética de esta canción refería al propio autor y su encrucijada de amar por completo a una persona a cambio de dejar de vivir a su aire...O bien si se daba voz a un animal de compañía cualquiera en relación a sus amos humanos. Esta última hipótesis se generó entonces al saberse que la banda estaba comprometida en la lucha por la protección y derechos de los animales, causas que apoyaron abiertamente con parte de sus royalties.
Las diferencias de criterios entre Mark Hollis y su discográfica llegaron a su punto alto de tensión cuando el grupo declaró que su cuarto disco "Spirit Of Eden" (1988) no se promovería con singles ni con ninguna gira. A partir de ahí, cambio de sello para un disco nuevo, y Mark liquida el grupo para resolver las dudas existenciales planteadas en temas como las también magníficas "Such a shame" , apartarse del mundanal ruido, formar una familia y solamente asomar la cabeza de nuevo para un disco en solitario en 1998 y una última aportación en 2012 de música incidental para la serie de TV de suspense "Boss", protagonizada por Kelsey Grammer (para los despistados, éste fue actor en de las exitosa sitcom americanas "Cheers" y su "spin-off" "Frasier").
Por añadidura, os comento que Talk Talk tuvieron a bien dar un concierto hacia 1986 en territorio español, en la Plaza Mayor de Salamanca, y que ese concierto fue recuperado en formato DVD.
Y ahora, tras esta intensa perorata, ahí os va la pieza que quizás define mejor el pensamiento y la música de estos imprescindibles de los 80. Dedico con cariño este artículo a mis amigos de redes sociales Juanimisterfly, Rafa Sáez y Esteve Puig (Minova).