Hoy viernes me apetece marcarme un "throwback" con una de esas escasas canciones que, a mi modo de ver, merece la pena rescatar de la hortera última década del siglo XX. Ajustamos el retrovisor para echar un vistazo a varias boy bands y nos quedamos con una cuyo nombre, pese a significar "Más Allá", realmente no pudo prolongar su éxito tras su primer disco. Diletantes, vamos a rebobinar a los ULTRA.
Una característica del pop de los años 90 fue la proliferación de bandas formadas por chicos jóvenes, imberbes, de buen ver, con voces bonitas y capacidad para bailar en conjunto. Las diversas compañías discográficas andaban entonces como locas por fabricar grupos que reemplazaran en la memoria colectiva a los pioneros norteamericanos New Kids On The Block, quienes tocaron retirada hacia 1994 al cumplir cerca de 10 años de carrera; a mitad de esta década hubo dos grandes fenómenos que se repartieron las pagas que los adolescentes se gastaban en cassettes o CD's: de un lado del Atlántico, la siguiente formación creada por el magnate discográfico Maurice Starr tras los New Kids fueron los Backstreet Boys; en Europa, y especialmente en el Reino Unido, Take That lo petaban, si bien otra formación llamada East 17 con unas pintas más agresivas les arañaban fans, y desde la vecina Irlanda hacían lo propio los Boyzone. Pero la cosa se revolucionó especialmente hacia 1996, cuando los primeros se disolvieron tras la marcha del revoltoso Robbie Williams, momento en el que daba la impresión de que levantabas una piedra y salían como hormigas otras bandas parecidas que atraían la atención de oídos jóvenes: norteamericanos como los NSYNC con Justin Timberlake, británicos como Five o 911, alemanes como Bed & Breakfast y The Boyz o de diversas nacionalidades a la vez como Worlds Apart o A1. Las disqueras españolas también se apuntaron al carro de las boybands, y así surgieron nombres como los andaluces Providence o los catalanes Buen Color, de donde saldría más tarde Flavio Rodríguez.
En medio un mercado lleno hasta arriba de bandas de este tipo, aterrizaron estos cuatro chicos que se conocían desde el instituto: de izquierda a derecha en la foto, Nick Keynes (bajo), Michael Harwood (guitarra), James Hearn (voz principal) y John O'Mahony (batería). Quizás conscientes de la situación de "boom" de bandas de chicos en su país de origen, ellos decidieron tomárselo con calma desde el principio. De una entrevista publicada en 1998 se desprende que Ultra no se definían a sí mismos como unos B-Boys al uso, que se revindicaban como músicos ( cada cual tocaba su instrumento en TODAS sus actuaciones, así que no había espacio para coreografías resultonas), que daban mucha importancia a la calidad de las composiciones, o que no estaban obsesionados con la fama. Incluso uno de ellos calificó de "basura" toda la música pop que estuviera de moda en aquel mismo momento.
Con toda probabilidad, esta actitud les supuso un posicionamiento modesto en la jungla de listas de éxitos británica: de todos los singles extraídos de su primer LP "Ultra", sólamente "Rescue Me" alcanzó el Top 10. Por fortuna, sí llegaron más arriba y hasta el nº1 en países insospechados como Italia (donde causaron furor gracias a una actuación en directo junto a Laura Pausini) ; el sureste asiático, Nueva Zelanda y Australia también les recibieron calurosamente, mientras que en España su disco llegó a figurar entre los diez más vendidos según la lista AFYVE (actual Promusicae).
Lamentablemente, una reestructuración de personal en el departamento de cazatalentos del sello EastWest dejó al cuarteto sin mánager, y el proyecto de grabar un segundo trabajo quedó arrinconado, por lo que en 2001 Ultra ponen punto y aparte a su aventura. Pese a la decepción con cómo se movieron las cosas por encima de ellos, no hubo disputas y el grupo se disolvió, pero la amistad entre sus miembros continuó y continúa intacta hasta hoy. En 2005, Keynes, Harwood y Hearn formaron la productora Goldust, con la que aprovecharon para publicar al año siguiente el segundo album del cuarteto, llamado "The Sun Shines Brighter", con un sonido más pausado y unas letras cargadas de positividad. Al mismo tiempo han apoyado con tareas de mánager, producción o composición a artistas como Natasha Bedingfield, Liberty X o Kylie Minogue. John O'Mahony también decidió establecerse como mánager con su propia oficina, Rebellion Artists, y un estudio de grabación asociado llamado LA Sounds Studios, con sendas oficinas en Londres y Los Angeles.
Y vamos ya con el ultra-conocido hit de este cuarteto verdaderamente único en su especie y en su tiempo. "Say It Once". La clave de la pieza (Mi menor) no da mucha dificultad, pues sólamente tiene una alteración (el sostenido del Fa# disminuído, que pertenece al segundo grado de la escala de acordes derivados de la tonalidad y que aquí no veréis). Sin embargo, ¡cuidado! Volvemos a tener un caso de intercambio modal: se trata de un Si mayor, que proviene de la escala de Mi mayor y cuya función tonal de dominante (es el grado quinto de esa escala) también se aprovecha para volver al grado primero de nuestra escala menor.
Por cierto, que si crecisteis viendo el "Música Sí" de La 1 de TVE que presentaban rostros como Mar Regueras, Jennifer Rope, Alonso Caparrós y Hugo de Campos, se os saltarán las lágrimas viendo este vídeo. Y ya puestos, le dedico este artículo a un colega mío al que últimamente le encanta postear videoclips de los 90 y 2-miles en su Facebook bajo el título de "Cachitos de Mariconeo y Cromo".
Rafa de Almería, esto va por ti, guapo.
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