jueves, 20 de agosto de 2020

AFÍNATE: "CELOSA"

Por si acaso no os lo había contado antes, actualmente tengo un calendario de pared diseñado por el artista gráfico Orojondo que está plagado de efemérides de lo más descacharrantes: nacimientos, defunciones, aniversarios, anécdotas sobre radio, televisión e internet y muchas, muchas stars. Y justo la casilla de hoy indica hasta tres nacimientos: el del futurólogo Rappel, el de la cantante Ángeles Muñoz de los Camela y el de otro pequeño gran artista que hoy mismo cumpliría 83 añazos. Hoy celebramos, siempre a nuestro aire pop, el cumpleaños de JOSE LUIS CANTERO, alias EL FARY.


No me creo que NADIE que lea el blog nunca haya bailado, tocado palmas o gritado "olé" al oir en cualquier sitio piezas como "El Toro Guapo", "Carabirubí " o "Apatrullando La Ciudad". Definido por muchos como un currante de la música, también es un ejemplo de cómo puedes tener éxito profesional en el "showbiz" sin importar si eres o no físicamente agraciado o lo tarde que vayas "camino de la gloria" y sin perder el sentido del humor: durante los 60 y 70 del siglo XX, alternaba su bien conocido oficio de taxista con ir a cantar a tablaos al modo y manera de Rafael Farina (un referente que le valió su popular mote y por el que fue eventualmente aupado por maestros de la copla que ya mayorcitos como Antonio Molina o Pepe Blanco). También vendía sus propias maquetas en cintas de casette en el Rastro de Madrid, pero no fue hasta los treinta y tantos años que pudo grabar su primer álbum en serio ni que fuera en sellos pequeños; aún con el impacto que causó en no pocos oyentes su rumba "La Mandanga", habría que esperar hasta entrados los años 80, cuando una entrevista en el programa "Estudio Abierto" de José Mª Íñigo hizo que su popularidad se afianzara del todo entre el gran público (para entonces, ya había publicado cerca de diez álbumes).

Aunque lo suyo era cantar, también se dejó ver delante de una cámara: hacia 1988, España se quedó ojiplática al ver en los videoclubes de la época carteles promoviendo un telefilm dramático protagonizado por El Fary llamado "Ojos Sin Luz", que salió directamente al mercado en formato VHS para compra o alquiler. Ocho años después, le llegó una oferta que difícilmente rechazaría: la serie "Menudo es mi padre", producida por Antena 3, con una trama familiar en la que interpretaba a un taxista (¡cómo no!) y en la que compartió plató junto a actores y actrices como Kitty Manver, María Garralón, Miguel Rellán, Daniel Guzmán y Julián González. Duró dos años en antena y logró hasta un 30% de share durante la primera temporada. Ya en el siglo XXI y revindicado hasta la saciedad por Santiago Segura, José Luis Cantero fue invitado por el actor y director a realizar un cameo en la tercera parte de la saga "Torrente", dos años antes de fallecer.

Felizmente, su espíritu pervive: la empresa que fundó, Carabirubí Producciones, dio la alternativa a una sevillanita salerosa llamada Melody, que nos enseñó a bailar felices como gorilas a primeros de este siglo. Dos de sus cinco hijos, Raúl y Javi Cantero, llevan el negocio en la actualidad. Éste último tiene una discografía propia que vale la pena repasar si te sientes flamenco y moderno a la vez, y en 2016 produjo un disco de tributo a su padre con parte de su repertorio puesto al día: ahí encontraréis a artistas invitados como Rosario Flores, Javier Labandón 'El Arrebato', Mario Vaquerizo Tomasito, entre otros.

Personalmente, tenía muchas ganas de poneros los acordes de la siguiente canción porque, siendo yo ajeno al mundillo flamenco,es una buena muestra de cómo El Fary no decía no a ritmos y arreglos pop con guitarra eléctrica, sintes y hasta cajas de ritmos para mantener vivo el interés del público por su música: el LP original del que se desprende "Celosa", titulado "Enamorando", fue producido por José Luis De Carlos, el artífice del éxito que tiempo atrás tuvieron nuevos flamencos como José Ortega Heredia 'Manzanita', El Luis y Las Grecas. Como curiosidad, ese mismo disco se abre con un cover de la copla "La Falsa Moneda" que es todo un derroche de posmodernidad sonora ochentera que quiere ser tecno-pop, en la misma onda que se gastaban por aquel 1989 Tijeritas o las Azúcar Moreno. Sin olvidar que la letra, vista con ojos de ayer, de hoy y de siempre, es un clamor en contra de las relaciones sentimentales tóxicas. 

Permitidme una última sugerencia: tocarla a ritmo de ska.

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