Esta semana toca hablar de un artista prolífico a la par que sorprendente que lleva pariendo discos desde que un servidor vuestro estaba en el instituto, esto es, los años 90. Hoy dedicamos esta página al californiano BECK.
Seguro que muchos de vosotros recordáis el estribillo "Soooooy un perdedoooor" de "Loser", el primer hit global de Beck David Hansen que empezó a sonar en las radios de medio mundo hacia 1994. No poca gente se afanó entonces (y lo sigue haciendo ahora) en elevar esta canción a la categoría de himno de la Generación X y de la corriente nihilista. En aquel año, el indie-rock estaba en auge, y su máximos representantes, los desaliñados y crudos Nirvana, se habían convertido en estrellas. Beck también se supo sumar a escribir letras sobre la confusión que provocan los tiempos modernos, pero con un formato que incluía guitarras el rock , algo de rap por su particular manera de recitar y la añadidura de baterías programadas, un elemento goloso que llamaría la atención en lo sucesivo de no pocos productores de música de club.
Desde entonces, Beck se ha convertido en un artista que ha sabido trabajar y reinventar su sonido para tenerlo siempre fresquito y al día, mezclando de todo y a tope, alternando trabajos de pura energía rock y bailable con otros mucho más acústicos, folkie y reposados, sin encasillarse en un mismo género o tendencia dentro de las frecuencias alternativas (aunque siempre le ha ido bien lo de tener las espaldas cubiertas por discográficas grandes -de Geffen en los inicios a Capitol Records en la actualidad-). Por ello, es un artista que por muchos discos que haya publicado, nunca se le puede obviar, ni siquiera en las altas esferas: para sorpresa de muchos, en 2015 se llevó a casa dos Grammy más a Mejor Disco del Año y Mejor Álbum de Rock por "Morning Phase", teniendo como rivales en la primera categoría a Beyoncé, Pharrell Williams, Sam Smith y Ed Sheeran (próximamente en este blog), y en la segunda a U2, Ryan Adams y The Black Keys. El rubio artista ya tenía en su haber dos Gramófonos por sus trabajos "Odelay" (1996) y Mutations" (2000) en categorías de Mejor Interpretación Rock y Alternativa.
Y para que nadie lo olvide, su dos últimos álbumes "Colors" (2017) y "Hyperspace" (2020) también se llevaron galardones a Mejor Disco Alternativo y Mejor Ingeniería de Sonido.
- "THE NEW POLLUTION"
Una letra con muchos mensajes encriptados sobre sexualidad, pérdida de interés en una pareja y hasta falta de vigor que puede venir al llegar la madurez. Una base muy "sixties" con sabor yeyé y muestras de Gus Poole o Joe Thomas y UN SOLO ACORDE (Si bemol mayor). Sin olvidar que este es probablemente uno de los mejores videoclips de la década de los 90: un collage en technicolor con no pocas referencias visuales y sonoras del siglo XX: el show de variedades de Lawrence Welk, la obra de culto "Melody Nelson" y la canción pop "Monsieur William" de Serge Gainsbourg, los Kraftwerk y hasta las "hair bands" de los 80 à la Mötley Crue. Con tantos y tan buenos ingredientes, decidme si no es una delicia.
- "SEVENTH HEAVEN"
Como casi siempre me ocurre a la hora de escribir, a veces me resulta difícil escoger temas, y esto me ocurre justo ahora con un álbum como "Colors": la canción que da título al disco me gusta, pero también me molan me gustan "Square One", "Fix Me" o "Dreams". De momento, me quedo con "Seventh Heaven". Pero si queréis que en el futuro haga un "flipside" con los acordes de alguna de las que ya he mencionado, no os cortéis, comentádmelo por aquí y lo haremos, ¿ok?
Gracias por leerme y seguirme.
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