Nacido de padres emigrados desde Rusia , Lucien Ginsburg (su verdadero nombre) creció rodeado de arte: su padre tocaba el piano en un nightclub y le inculcó ésta y otras artes como pintura y literatura en el seno del hogar. Una etapa placentera que fue interrumpida por la ocupación de Francia por los nazis en la Segunda Guerra Mundial. El clan familiar, de orígen judío, pudo esquivar con éxito las repetidas denuncias de los vecinos cabrones de turno y las constantes redadas que las fuerzas de ocupación montaban en todas las localidades a donde huyeran. Pasadas la guerra y las penurias, el joven acaba el instituto y se busca la vida como pintor. No tiene mucho éxito, así que alternó los pinceles con bolos como pianista en cabarets recién liberados, incluyendo locales de ambiente gay como Madame Arthur, donde sustituía eventualmente a su padre.
No será hasta finales de los años 50 cuando, fascinado por la voz y la trompeta del músico y escritor Boris Vian (1920-1959), cuando decide adoptar su nombre artístico definitivo y lanzarse a componer. Debutó en 1957 con una chanson a toda mecha llamada “Le Poinçonneur des Lilas”: su ritmo frenético y su letra oscura, sobre el empleo como causa de enajenación mental y el suicidio como única vía de escape posible, es un triunfo total en los cabarets…y en single. De ahí en adelante, compondría en cualquier género que le echaran o que él mismo deseara explorar: jazz, canción ye-yé, rock, disco, rap... Un ejemplo: cogió el himno nacional “La Marsellesa” de toda la vida y lo convirtió en un recitado de la letra sobre un groove de reggae con tres negras detrás cantando cada tantos compases “Aux armes, etc…”. Iconoclasta a más no poder.
Citando al propio artista , la vida de Serge Gainsbourg se rigió por un triángulo equilátero cuyos vértices eran el alcohol, los cigarrillos Gitanes y las chicas. Éste es el vértice más celebrado y admirado de ese triángulo, dada la extraordinaria belleza de las artistas para las que trabajó en los 60 y 70 y con las que compartió algo más que horas de estudio: entre borrachera y borrachera compuso grandes canciones para imprescindibles de la cultura popular francesa como Michèle Arnaud, Juliette Gréco, François Hardy, Brigitte Bardot, Catherine Deneuve, y otras venidas de fuera como Petula Clark o Jane Birkin , protagonista del celebérrimo y escandaloso “Je t’aime…”. A algunas de ellas se las pasó por la piedra; otras se salvaron, como France Gall , que cantó la triunfadora “Poupée de cire, poupée de son” en la Eurovisión de 1965. La rubia belga le retiró la palabra a Gainsbourg al descubrir, ingenua, el contenido erótico encriptado de la también éxitosa “Les Sucettes”. Incluso Whitney Houston estuvo en el punto de mira de Monsieur Gainsbarre: en 1986, el compositor abordó a la estrella en mitad de un programa televisado en todo el país y le soltó un “I want to f- - k her” que dio la vuelta al mundo. Genio y figura hasta la sepultura.
Mi propuesta es justamente uno de los dúos que Serge Gainsbourg grabó junto a una de sus musas, Brigitte Bardot: fue justamente para la mítica “BB” para quien Serge compuso originalmente el manido “Je t’aime”, pero en el último momento la actriz tuvo miendo de mandar su carrera al garete por lo subido de tono de la canción y le pidió que no la publicara. De este modo, se dio luz verde a “Bonnie and Clyde” como single de lanzamiento del disco “Initials BB” (Phillips, 1968). La canción tiene un tonillo épico muy chulo gracias al arreglo de los violines, muy propio de las bandas sonoras, siempre cercanas a la música más culta. El bajo, maravillosos y grueso, es la conexión con el público pop; el detalle de la voz imitando una cuica brasileña da fe del gusto de Gainsbourg por lo exótico. Las voces son oscuras, tanto la de él como la de ella. Se nota que hubo tensión sexual no resuelta...en aquel momento . Sólo la Bella Bardot sabe ( y a fe mía que se llevará el secreto a la tumba ) el número exacto de “kikis” que echó con la Bestia Gainsbourg. Como vereis, el vídeoclip que se rodó en la época tiene más de película que propiamente de videoclip, por los planos, los claroscuros y los travellings. Impagable el momento en que “Bonnie” se levanta la falda para ajustarse el liguero como si tal cosa. Por todo esto, no es de extrañar que la canción se rescatara en el futuro: en 1994 el rapero franco-senegalés Mc Solaar , tuvo a bien samplear a su paisano para su canción "Le Nouveau Western" .
El cifrado de ACORDES que vereis al pinchar en la palabra de azul se repite igual en cada estrofa, incluída la introducción del inicio. El cifrado aquí es una mera guía para saber en qué sílabas cae cada cambio, pues la letra, más que cantarla, se debe recitar. Para que os hagais una idea, se debe cantar del palo “Walk on the Wild Side” de Lou Reed, pues la única melodía propiamente dicha es la del estribillo. Para no desviaros mucho, los acordes principales SOL MENOR, SI BEMOL MAYOR, FA MAYOR y DO MAYOR tienen cada uno una duración de dos pulsaciones , distribuidos simétricamente en dos compases de 4/4. El estribillo funciona igual con sus respectivos acordes y se remata con un compás entero de DO MAYOR y otro de REsus2 antes de volver de nuevo al ciclo principal. Ni qué decir tiene que, si nos atrevemos, podemos hacer solos con nuestro instrumento a lo largo del tema.
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