Hola Diletantes,
No poca gente se sentirá identificada con la propuesta de hoy para aprender a tocar. Y es que, por desgracia, el pasado periodo de confinamiento y la actual evolución de la pandemia de coronavirus han afectado y mucho a la salud mental de muchos, incluso yo mismo. Cabe decir que las líneas de hoy me las inspira el haber visto por televisión y en pocos días diversas películas que, desde diferentes ópticas, tienen que ver con este tema.
Hace falta mucha cabeza fría para ser capaz de canalizar un problema de tod@s y convertirlo en algo bello como una canción; algo que nos recuerde que las enfermedades mentales, con o sin virus, están a la orden del día; que nadie es inmune a ellas y que sólo compartiéndolas con la gente que quieres, buscando ayuda eficiente y rompiendo el tabú social que aún pesa sobre ellas, pueden superarse. Incluso si para sanar hay que exponerse y abrazar el caos que provocan. Y nuestros protagonistas de hoy, ALEJANDRO SERRANO y RICKY FALKNER, lo han logrado a su modo.
Pero antes, un poquito de quién es quien. De un lado, Alejandro Serrano es un multinstrumentista nacido en Albacete pero residente en el área de Madrid que lleva en activo en la música desde los primeros 2-miles. Inició su carrera al frente de dos bandas como cantante principal y trompetista: la de rock-swing No Reply y la más jazzística DuMMie, que ha ido alternando durante unos años. Entre tanto, su faceta "trompetera" se ha dejado oir en grabaciones para otras bandas nacionales de renombre como Love Of Lesbian, MClan o Dani Martín (ex- El Canto Del Loco).
Justo para el 2018 le surgió la chance de firmar un disco bajo su propio nombre, titulado "¿Hay Alguien ahí?", publicado finalmente en 2019 y que incluye temas realmente conseguidos como "Lejos", "Buena Gente" o "Avestruz". Para el año siguiente, mientras organizaba la presentación en vivo de su elepé, compuso otras cuatro canciones que planteó como una exclusiva para esos conciertos, pero ya puestos, decidió sacarlas como un nuevo EP titulado "No Tengo Un Plan". Este título vendría a definir el estado de ánimo actual del cantante: preguntado en una entrevista del pasado mes de junio en la web Ballesterockmusic.com sobre el estado de la música en vivo a causa de la pandemia, Alejandro mostró algo de pesimismo por la incertidumbre que vive el sector, pero también una actitud de estar expectante y de mantenerse creativo, aunque de un modo discreto.
Por el otro lado, tenemos a un peso pesado del rock español de estos tiempos: Ricky Falkner fue parte integrante de la formación de hardcore punk Standstill entre 1998 y 2015, y el alma mater de Egon Soda desde 2008. Tal bagaje le ha permitido producir a gente variopinta como Beth Rodergas (exacto, la que nos representó en la Eurovisión de 2003 con "Dime"), Lori Meyers, Sidonie, Iván Ferreiro o Luz Casal. Los que no hayan escuchado jamás cantar a Ricky pueden deleitarse con su voz algo rota en temas como "Escápula", "La Recuperación", "Lorem Ipsum", "Glasnost" y "Nueva Internacional".
"El Adversario" pertenece al ya citado minielepé de Alejandro y en lo musical reúne lo mejor de dos mundos: el gusto por los metales del joven autor y el gusto por el guitarreo fino y los teclados vintage de Falkner. Desde su admiración por Egon Soda, el albaceteño sabía que Ricky era la elección perfecta para representar este "Jeckyll y Hyde" moderno con una letra confesional acerca de sus propios momentos de ira, miedo, envidia y el ego en lucha constante dentro de sí mismo, naturalmente acrecentados por la realidad que vive. Y por la realidad en la que vivimos todos nosotros no importa en qué grado.
Muchas gracias por seguir al otro lado de vuestras pantallas. Sigamos segur@s, saludables y VIV@S.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario