jueves, 13 de junio de 2019

AFÍNATE: SAN ANTONIO VEGA

De repente no recordaba bien si nuestro artista homenajeado ahora y aquí falleció en junio del año 2009. La confusión me vino porque justo ayer mismo en el programa "Como Lo Oyes" de Radio 3  anunciaron el día de hoy como el de San Antonio Vega. Movido por la curiosidad, tecleé su nombre en Instagram y encontré bastantes fotos de él y, de paso, no pocos vídeos de aficionados y figuras mayores como Zahara tocando sus clásicos incontestables como "Lucha de gigantes" o "Chica de ayer". Indefectiblemente, todos los posts que consulté estaban fechados en 13 de mayo, un día después de su desaparición. Igualmente, ya no importa por un mes arriba o abajo: este mundo lleva 10 años sin uno de los artistas más fértiles que ha dado el pop español en el último cuarto de siglo XX y uno de los que (¡oh,paradojas!) supo reconvertir y canalizar su propia espiral autodestructiva en canciones bellísimas, muy trabajadas y de gran sensibilidad. Raw and real. ANTONIO VEGA.



No relataré aquí ningún pasaje más o menso escabroso de su vida, ya que por hoy me mueve compartiros el recuerdo de dos temas que me impactaron de él en mis primeros años de adolescencia. A todos aquellos que queráis acercaros a la vida intensa del cantante, os emplazo a adquirir tanto el documental Antonio Vega: Tu Voz Entre Otras Mil" de Paloma Concejero como su biografía orgánica "Mis Cuatro Estaciones". Ambos formatos fueron realizados con mucho respeto, un gusto exquisito y se complementan a la perfección.

Mi primera toma de contacto con Antonio Vega en solitario fue a los 11 años a través de la radio con la canción "Esperando nada". Mucho antes de que, gracias al citado documental, pudiera entender la letra y su significado real, el de las crisis creativas y la frustración que  me atrapó el color de la voz y el pre-chorus con esa frase única de "pasó tanto tiempo que llegué a ver sombras en color", una imagen simplemente hermosa para un pre-adolescente...Por entonces vi correr por mi casa el cassette de "no me iré mañana", el disco que orginalmente contenía la canción: se la habían dejado prestada a mi hermano unos días, y luego él la devolvió a su dueño. Cosas de la vida, en aquel momento no me dio la curiosidad de ponémerla en mi walkman o mi equipo de música...Pocos años después, otra canción de ese mismo disco se convertía en un éxito masivo en su voz y en la de otro Antonio, el Carmona, en el celebrado disco en vivo "De Akí a Ketama", que se vendió como rosquillas por contener, además de buenas puestas en escena y mi primer contacto con la música de Djavan (" Flor de Lis "), una de las últimas apariciones del también malogrado Antonio Flores (1961-1995). De nuevo, una canción que sonaba bellísima en su voz pero cuyo mensaje real (el de su adicción real a la heroína) no me fue revelado hasta este siglo gracias al documental: "Se dejaba llevar por ti"- Anécdota: esta misma canción apareció como música incidental en la novela colombiana "Yo soy Betty, La Fea" de 2001, cantada por otra gente en una escena en el interior de un pub en Bogotá.   


La siguiente canción dio título a su siguiente disco de estudio "Océano de Sol" y me cogió ya en el primer año de instituto. Otro álbum adorable de Vega que incluía otro hit por derecho como es y será "El sitio de mi recreo". Este tema se había "colado" como inédito de una recopilación homónima con primeras canciones en solitario y algunas anteriores de Nacha Pop que al propio Antonio Vega no le hizo ninguna gracia: en una de las sesiones de entrevista para su posterior biografía oficial, el autor se despachó a gusto contra cierto ejecutivo de la Polygram acerca de la imagen no muy buena que se estaba proyectando hacia sus recién recuperados oyentes y fans. De nuevo con los misterios de la letra por desvelar, mi cerebro de adolescente tímido se limitaba a escuchar, sentir y flotar con los cambios de tonalidad sobre los que discurría su particular visión filosófica del planeta Tierra, del sistema solar y de él mismo como un punto más en la inmensidad del espacio. En suma, el mejor fruto de muchas noches de observar con telescopio los cielos estrellados menos contaminados que los del Madrid que ya había dejado de ser el paraíso idílico de la movida y la edad de oro del pop español.




No hay comentarios:

Publicar un comentario