Ya tocaba ir volviendo a
escribir, y nuestra siguiente lección me motiva especialmente: ¿el motivo? A la
siguiente banda la encontré literalmente abandonada (en realidad el disco) en
los mismos locales donde actualmente ensayo con Bandalona. El caso es que la
semana pasada, tras ensayar, encontré un puñado de CD’s
de indie-rock que alguien dejó a la buena de Dios. Pues bien, la canción que
os propongo se halla justamente en uno de esos discos ( y no será la única que
me haga tilín de cara a próximas lecciones en el blog). Un tema en el que la
casualidad del hallazgo del propio disco se une a la casualidad de haber
conocido previamente a uno de los miembros de la banda que la compuso. Hoy toca
hablar de los PRIBIZ.
De entrada, el nombre es una
contracción (o un “clipping”, como dirían los lingüistas anglófilos) de Pribizchuk, que es el apellido de Anderson, su cantante principal. A él
se le suman cuatro miembros más: Judit
Robles (teclados), Oriol Castells (batería), Cels Burgès (guitarra) y Alan Pribizchuk (bajista y hermano de
Anderson). Paradoja: no conocía en absoluto a esta banda, pero justo a este
último miembro lo tenía más o menos controlado por su nombre, ya que meses
atrás intercambié algunas palabras con él por redes sociales por asuntos de un
grupo de jazz emergente llamado The
Broken Frame, por el que me interesé como locutor del programa Calaix
Dejazztre. “Cositas in-solitas”, que diría Carmen
París...
¿Y a qué suenan Pribiz? Pues están en la onda de grupos y artistas como Sense Sal, Xarim Aresté, Mumford & Sons y George Ezra, a quien tuvieron el privilegio de telonear hace 4 años en la Sala Bikini. Se formaron como banda en 2010 en Capellades (comarca de Anoia), y estuvieron rodando por salas pequeñas. Más tarde aplicarían al controvertido circuito Girando Por Salas (GPS). Pero no fue hasta la primavera de 2016 cuando gracias a Artsy, un concurso patrocinado por Movistar para nuevos talentos, obtuvieron plaza para tocar en el Festival Cruïlla de Barcelona y promover más cómodamente su primer álbum “Carousel”.
En el momento de escribir estas líneas desconocemos si Pribiz tienen material nuevo o en preparación tras los diversos conciertos que ofrecieron entre 2017 y 2018, o si tienen nuevas citas que sirvan como banco de pruebas para nuevas canciones. Hasta entonces, os propongo como lección esta “Be Mine”, que abre su único disco hasta la fecha y está montada sobre un paisaje sencillo en Sol Mayor.
¿Y a qué suenan Pribiz? Pues están en la onda de grupos y artistas como Sense Sal, Xarim Aresté, Mumford & Sons y George Ezra, a quien tuvieron el privilegio de telonear hace 4 años en la Sala Bikini. Se formaron como banda en 2010 en Capellades (comarca de Anoia), y estuvieron rodando por salas pequeñas. Más tarde aplicarían al controvertido circuito Girando Por Salas (GPS). Pero no fue hasta la primavera de 2016 cuando gracias a Artsy, un concurso patrocinado por Movistar para nuevos talentos, obtuvieron plaza para tocar en el Festival Cruïlla de Barcelona y promover más cómodamente su primer álbum “Carousel”.
En el momento de escribir estas líneas desconocemos si Pribiz tienen material nuevo o en preparación tras los diversos conciertos que ofrecieron entre 2017 y 2018, o si tienen nuevas citas que sirvan como banco de pruebas para nuevas canciones. Hasta entonces, os propongo como lección esta “Be Mine”, que abre su único disco hasta la fecha y está montada sobre un paisaje sencillo en Sol Mayor.
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