AFÍNATE: MUCHAPEPPER, EL CHOJIN Y LA BUENA DICCIÓN.
Como no soy famoso ni rico y las facturas no se pagan solas, he pasado unos días alimentándome con un par de mini-jobs como traductor de páginas web, mozo de descarga y asistente de grabación en un conocido estudio de doblaje, además de mis ensayos con Bandalona y la Roxy Life Band (os recuerdo que toco con estos últimos el próximo 3 DE DICIEMBRE en la Sala Legends de Terrassa, mi ciudad natal).
Fue al final de la jornada de uno de estos empleos que, mientras me cambiaba de ropa y repasaba cosillas de artistas de música neomelódica italiana que Youtube me sugirió un vídeo en cuyo "snippet" aparecen cuatro tipos disfrazados de patata. De nuevo, la curiosidad me hizo apretar PLAY y... Entre risas que asustaron a dos transeúntes, mi primer pensamiento fue para una niña a la que, seguro, su papá le estará poniendo esta canción en bucle. Dos días después, tras haberla reproducido algunas veces más por mi cuenta, el Tube me sugirió otro vídeo con el mismo título pero de otro artista, y ahí vi las estrellas cual Wickie el Vikingo cuando se le ocurre una buena idea: ¡tengo que juntar a estos dos!
Dicho y hecho. Hoy os presentamos la feliz coincidencia de dos cantantes que comparten una consigna para los propios, los extraños, los respectivos fans y, cómo no, todos aquellos que aspiren a ser igual de buenos que ellos en el showbiz. Y esa consigna es: VO-CA-LI-ZA.
MUCHAPEPPER
He aquí el nombre de un novísimo tándem de "urban music" cuya cabeza visible es Pepper Solana, cantante todoterreno desarrollada entre la capital del país vecino (Madrid) y Nueva York y secundada por el compositor madrileño Jorge Pérez, líder de la big-band de covers Patax. Ambos llegan con la difícil pero no imposible misión de cambiar las miras de la gente hacia la música urbana actual desde dentro. Esto es, criticando duro y a la cabeza los malos usos del trap, rap y reggaeton actuales; sin renegar de estos géneros en la forma pero incorporando versos que apuntan y disparan contra estereotipos nocivos acerca de la sexualidad diversa, los influmierders (verbigracia Malbert), la música actual en las ondas hertzianas, la estética de cantantes como Rosalía, Cardi B o Becky G las razas, la feminidad y el cuerpo como entidad individual.
Puede parecer una obviedad, pero sólo quien ha sufrido estos abusos invisibles durante su infancia y edad adulta puede, llegado el momento y las ganas, plantar los ovarios y escribir sobre ello. La propia Pepper fue víctima de bullying escolar por sobrepeso siendo niña y, pasados los años, el periódico digital El Mirador de Madrid reveló cómo la artista perdió un lucrativo contrato discográfico cuya condición sine qua non era la de pasar por quirófano para hacerse una liposucción. De paso, arreó un dardazo bien merecido sobre el tema a Naty Peluso , pues cree que el mensaje "body positive" que pretende ofrecer la diva argentina está gravemente distorsionado.
[ INCISO NECESARIO: si Pepper leyere estas líneas, la emplazamos desde aquí a que dé el nombre y los apellidos de quiénes le pidieron aquello, y hacer que sean esas "personas" las que se vayan a la cola del paro sin retorno. Al mundillo musical le sobran Clive Davies, LA Reids, Dan Schneiders y Harvey Weinsteins por todas partes, así que... ¡A POR ELLOS! ]
Y es con esta claridad de miras que, desde hace apenas un año, Muchapepper ha ido facturando singles y vídeos que no dejan indiferente a nadie: "Los Pitos y Las Tetas", "¿Que No Qué?", "Ropita de Barbie", "Pues a Mí También", "¿Provida de Quién?" y, cómo no, nuestro tema estrella al grito de "¡Vocaliza, coño, vocaliza!". Mientras esperamos la llegada de su primer álbum largo, desde el pasado octubre podemso disfrutar de un EP previo titulado "De Las Cenizas".
Como suele ocurrir en la mayoría de producciones de hip-hop, aquí no hay muchos acordes en juego: en este caso, el 95 por ciento de este track descansa sobre un colchón de Do mayor. Aún así, observad cómo para romper la monotonía que pueda provocar un solo acorde en el oyente, durante las estrofas se crea una bajada diatónica casi perfecta (Do mayor-Si bemol- La -Sol sostenido -Fa), mientras se mantiene el Do como nota de bajo. Por su lado, el puente es algo más juguetón (el Mi bemol mayor con séptima mayor que oiréis os sabrá a gloria bendita y realza el contenido del verso en el que cae), y volverá a la tonalidad principal mediante un acorde dominante, previo apoyo de un cromatismo).
En la misma onda temática, pero en un más difícil todavía, encontramos esta joyita semienterrada con le mismo nombre que la canción anterior. El padre de la criaturita es una leyenda por derecho y con larga trayectoria en el rap nacional.
Lo confieso. No sigo religiosamente la trayectoria Domingo Antonio Edjang, más conocido como El Chojin, así que, si mis lectores lo tienen a bien, pueden dejarme en comentarios aquí y/o en mis redes sociales, cuáles son sus canciones favoritas. A esta vida se viene a aprender. Sin embargo, recuerdo que hacia 2012 cayó en mis manos su disco "El Ataque De los Que Observaban" de 2011, y que una sola de sus quince canciones ("Ven, ven") me bastó y me sobró para crear una asociación mental entre el rapero de Torrejón de Ardoz y el neoyorkino
Trevor James Smith, Jr. alias Busta Rhymes, un artista al que descubrí a primeros de este siglo en team-ups junto a Janet Jackson y Missy Elliott.
Ambos tienen en común que llevan años currándoselo en esto de recitar a la carrera sin trastabillarse. Y para colmo, ambos han figurado en el Libro Guiness de los récords: Busta obtuvo su entrada en el famoso almanaque en el 2000, y su mejor marca personal es de 28,9 sílabas por segundo. Nuestro Chojin, en 2007, también ingresó en este Libro Guiness con un notable registro de 15,35 sílabas/segundo..Y lo hizo precisamente con "Vocaliza", extraída de su LP "Striptease".
A la hora de descifrar los acordes, tampoco hay mucho misterio; de entrada, en la pieza de Chojin ocurre al revés que en la de Pepper: el baile de acordes sólo se da en el estribillo, mientras que es en la estrofa a toda pastilla donde se mantiene un sólo acorde, y en esta caso no es la tónica (Do sostenido mayor), sino su dominante (Fa sostenido mayor), cuya función tonal da sensación de continua inestabilidad, mientras nuestro protagonista prota va viento en popa (o en boca, y como a 65 Nudos) sobre esta particular "cuerda floja" , y sólo se bajará de ella para descansar de nuevo en el estribillo.
Permitidme un par de consejillos para quienes queráis abordar cualquiera de estas dos piezas. El primero, atravesarse en los dientes un bolígrafo o lápiz e ir recitándola verso a verso con calma primero y luego aceleráis (¡Hacedlo en horizontal y sin perforar las mejillas, no me seáis mulos !) Esto obrará maravillas a la hora de pronunciar tés, erres, eses y dés. O sea, deshacerse de la famosa "patata en la boca".
El segundo también os será útil, y tiene que ver con la memoria y la retentiva: coged la letra de la que más rabia os dé ypedid a alguien que os la edite suprimiendo palabras y/o frases enteras que os cuesten (o al azar) y sustituidlas por espacios en blanco marcados por una línea como para escribir encima a mano (el "fill-in-the gaps" de los exámenes de lengua escrita de toda la vida, vamos). Esto me fue bastante útil cuando andaba en proceso de aprenderme un repertorio entero estando de cantante en una banda de covers de "disco muzak".
¡Buen estudio!
Ah, y como recompensa a vuestro esfuerzo, en el próximo AFÍNATE recibiremos la visita de una "celebrity" salida de las "625 Líneas".
PISTA: en unos días será su Santo...Y hasta aquí podemos leer ;)
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