lunes, 19 de septiembre de 2016

AFÍNATE: MI HOMENAJE DOBLE A JUAN GABRIEL

El final del pasado mes de agosto no pudo ser más trágico en lo musical: el deceso de ALBERTO AGUILERA VÁZQUEZ alias JUAN GABRIEL (1950-2016) el pasado 30 de agosto realmente ha sacudido la cultura popular no solo mexicana sino de todo un continente y, de rebote a España. Y en este punto, mi contribución al recuerdo del artista va a ser no sólo la de su musica, sino compartir con mis lectores cómo yo percibí, a grandes rasgos, su figura artística durate los años. 
¡Allá vamos!


La primera vez que vi a Juan Gabriel por la tele fue en una de esas galas "kitsch" que producía Telecinco en los 90: una de las actuaciones era la de un grupo de mariachis y un hombre de mediana edad con los ojos muy maquillados que cantaba a voces y se quedaba afónico mientras juraba que le haría pagar a su amor el haberle puesto los cuernos, todo eso dando saltitos y luego hincado de hinojos. Un show, vamos. Probablemente, la canción que cantó entonces era "La farsante", porque la frase que se me grabó a fuego fue algo como "¡...Y de rodillas me vas a pedir...!"

Cuando un servidor era niño, desconocía que Juan Gabriel era el hombre que figuraba detrás de hits de la canción ligera española en los 70 y 80 en las voces de Rocío Dúrcal (1946-2006) e Isabel Pantoja respectivamente: a finales de los 70, la madrileña empezó a grabar varios álbumes seguidos sólo con sus canciones, entró por la puerta grande al mercado mexicano y se aseguró a "Juanga" como uno de sus letristas de cabecera hasta su fallecimiento. Ejemplos de aquella etapa serían "Me gustas mucho" y "La muerte del palomo"; por su parte, la cantante sevillana, que lo petó en los 80 con su LP "Marinero de Luces" dio un "respiro" a Jose Luis Perales como autor de su cancionero moderno, y para su siguiente disco "Desde Andalucía" promovió lujosamente la canción "Así fue". 

Años después, la viudísima del torero Francisco Rivera "Paquirri" se mofaba de tener que pasarse un tiempo en la cárcel por sus líos de blanqueo de capitales, y al grito de "Tú a mí no me hundes" y "Soy Isabel Pantoja y hago lo que se me antoja" publicó en 2010 su album homónimo con letras, música y producción de Juan Gabriel (¡Exacto! La funda de ese disco emuló una portada de la revista Hola!). Y una vez cumplida su condena, el foco mediático vuelve a estar sobre ella, en parte para bien: a los rumores sobre lo que realmente podrá disfrutar la tonadillera de su parte de la herencia recibida se suma una gran expectación por sus próximos conciertos en otoño, que incluirán canciones inéditas del Divo de Juárez incluídas en un nuevo disco que está por salir.

Más recuerdos: la sintonía de un culebrón mexicano llamado "Te sigo amando", emitido en las sobremesas de TVE hacia 1997; más tarde, en 2001, toda una generación joven en mi país descubre, a través de los Maná un tema llamado "Se me olvidó otra vez": en realidad, ese fue un tributo al primer gran éxito masivo de Juan Gabriel, publicado originalmente hacia 1974, pero gracias a la buena acogida en España de la versión, el mismo Juan Gabriel decidió grabar "Por los siglos", un disco de "reworks" especialmente pensado para reconquistar (por si había perdido algo) el favor del público español. Sea como fuese, la organización de los Premios Ondas decidió otorgarle el Premio a la Trayectoria Artística a primeros de este siglo. Fue en ese mismo momento en el que me di cuenta de la dimensión artística real de Juan Gabriel, la de una persona que con sus trajes extravagantes, su amaneramiento y una voz siempre cuidada arrastra pasiones desde los años 70 hasta nuestros días. Y los últimos pasos, sorprendiendo con una versión en castellano del "Have You Ever Seen The Rain" the John Fogerty incluída en "Los Dúo", su último disco salido este verano junto a un buen puñado de cantantes paisanos. 

¡Ah! Y que no se me olvide la vertiente más "gayer" del cantante: la de su himno "El Noa Noa", que Alberto dedicó a la cantina del mismo nombre donde empezó a cantar siendo adolescente . En España fue Massiel quien la trajo a nuestros oídos, también en los 80. En México, es más que una canción con un anagrama homoerótico oculto: es una apoteosis con mayúsculas, y ojalá desde YA todas las orquestas españolas tomen nota de este tema para acabar sus conciertos tal como él lo hacía: con todo Dios en primera línea de escenario y agitando brazos y piernas sin desfallecer. ( Y si desde aquí contribuyo a ello, me sentiré muy feliz, porque a mí también me va una coreografía más que a un tonto un lapiz).

Os dejo, junto a los vídeos y a los links con los acordes, unas palabras sacadas de un artículo de la revista Nexos, escrito por Mauricio Tenorio en junio de 2010, y que son las que mejor definen a nuestro homenajeado:

  • INOCENTE POBRE AMIGO ( VERSIÓN SLOW ROCK )


  • EL NOA NOA 



               “...Mas no son sus canciones la postrera lección “Juan Gabriel” para renovar la idea “México”. Es lo que el Divo representó durante décadas en la cultura popular mexicana:     cursilería pero también talento y afortunados hallazgos; comercialismo barato, sí, también         tenerlos bien plantados para ser no sólo un gay que sobrevive en una sociedad macha,   sino el ídolo del país de reprimidos que rendía culto a José Alfredo (Jiménez), y no es poca cosa, ¡cómo va a serlo!

Piénsese: un personaje conspicuamente afeminado que se planta con todo su garbo, que se entrega en toda su persona, para hacer llorar por su mamá a rotos y catrines en una sociedad de machos, de enclosetados, de mujeres sumisas y matonas, de narcos y clasemedieros agringados. No es que lo que tenga que venir sea un Juan Gabriel de consumo internacional, sino una idea de México con los cojones de Juan Gabriel para presentarse tal cual es y ser no sólo tolerada sino admirada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario