¡Bienvenido Diciembre, Diletantes!
Os lo conté días atrás en un reel de Instagram, y ahora puedo decirlo con la boca bien grande: ¡YA ESTOY DE NUEVO EN DORDRECHT!
Por una circunstancia ajena a mí, y tras una negociación fallida por parte de mi agencia para intentar recuperar el mismo apartamento compartido donde empecé a vivir el pasado verano, apareció en el radar una nueva localización en la misma barriada (y en una calle contigua) para podernos alojar mis actuales compañeros de trabajo y yo. Sin embargo, cabe destacar que la semana anterior (cuando aún vivía en Heusden) recibimos una inesperada visita del ayuntamiento de aquella villa instándonos a empadronarnos en el pueblo por motivos de seguridad y responsabilidad civil, así que tengo mis sospechas fundadas de que mi agencia se ha espabilado para encontrarnos este nuevo alojamiento no ya por nuestra comodidad y facilidad para llegar mejor al trabajo (hay menos distancia a cubrir en los trayectos de ida y vuelta al trabajo), sino porque de este modo han eludido lo que es un trámite de obligado cumplimiento. Ergo, mi agencia ha podido incurrir perfectamente en una ilegalidad. Y hasta aquí podemos leer...
Lo nuestro es la música, y para celebrar mi vuelta a esta ciudad que adoro, os presento un nuevo AFÍNATE con una canción que me llena de energía. Todo un llamado a salir por ahí y disfrutar la vida, y más en estos días de friazo. Hoy tocamos al calor de los murcianos ARDE BOGOTÁ.
Dani Sánchez (guitarra), Pepe Esteban (bajo) y José Angel Mercader (batería) arrancaron en 2017 en Cartagena como un trío de power-pop que andaba a la busca de un cantante. Por vía del boca-oreja, dieron con un paisano llamado Antonio García, y enseguida le enviaron una instrumental para que se la mirara y probara a meterle voz. Para su sorpresa, dentro del delgado cuerpo de este chico se escondía una voz grave y punzante como de alguien mucho mayor que, en efecto, ha llegado a confundir a no poca gente que aún no los hubiera visto encima de un escenario (yo, sin ir más lejos, percibo los mismos colores de voz de Eddie Vedder de los Pearl Jam o de Chad Kroeger de los Nickelback).
Dos veranos más tarde, decidieron arrancar en serio, con un primer single llamado "Antiaéreo". Esta autopublicación aparentemete sencilla llegó incluso a escucharse en Colombia a través de unos conocidos del propio Antonio en dicho país. De hecho, el nombre de la banda viene por una reacción espontánea a las primeras escuchas de ese primer track. En apenas un año, este pequeño fenómeno llegaría a oídos de las oficinas de Sony Music, quienes deciden ficharlos para grabar un primer minielepé llamado "El Tiempo Y La Actitud".
La promoción de este primer trabajo se vio truncada por la pandemia del covid, así que el nuevo cuarteto aprovechó la encerrona general para crear más canciones durante el resto del año y alistar así el tracklist de su primer disco largo "La Noche", aparecido en la primavera de 2021. Una buenísima tarjeta de presentación con la que se acabaron de ganar al público y que, meses después, fue rematada con una versión insospechada y rompedora del "Carro" de Manolo Escobar.
A primeros de este mismo año, Arde Bogotá han publicado su segundo disco "Cowboys de la A3", que sigue la senda rockera de sus adorados Arctic Monkeys, pero esta vez más refinada y con la idea de que las canciones forman un hilo musical con inicio, nudo y desenlace que explica una noche de fiesta en carretera, desde que anochece hasta la mañana siguiente. Este concepto, apoyado por videoclips muy bien producidos como el que veis y como el de los también singles "Cowboys de la A3" y "Salvación", ha servido para que los cartagineses hayan pisado los escenarios festivaleros más importantes del país (Sonorama, Cooltural, BBK, Jazzaldia), reciban un Premio de La Música a Fenómeno Musical del Año y hasta hayan sido nominados en dos categorías en los pasados Grammy Latinos. Un año completito, vamos.
Vamos a por la canción que me ha robado el corazón de buenas a primeras: "Los Perros" está compuesta en Fa sostenido menor (hermana menor de La mayor). Como en toda buena canción de rock que se precie, no hay complicaciones a nivel armónico. Es decir, todos los acordes que veis forman parte de la tonalidad dada. Si acaso, en la parte de los ad-libs finales ("Valor, amor y cicatriz") se percibe un Si mayor que, tomado de la escala de Fa sostenido mayor, rompe la monocordia del final.
Y con esta tonadilla cerramos (at last!) una nueva recopilación de nuestra colección de musicote para aprender a tocar. ¿Quieres verla? Pues ve a la PÁGINA SIGUIENTE
Ah, y gracias de nuevo a mi vecinita de Instagram Isabel Plaza por descubrirme a este grupo como solo tú sabes hacerlo. Lo clavaste el año pasado con los Nebulossa, hoy con Arde Bogotá...¡Y que vengan muchos más!
Tú yo somos radares de buena música, y punto pelota.
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