Aunque este es un blog donde nos divertimos re-descubirendo temas pop, es justo y necesario hacer un guiño al Día Internacional del Jazz y, de paso, rematar un mes especialmente fértil de efemérides y "Días Mundiales De..." No os asustéis, que no voy a meteros nada de ningún "dinosaurio" del jazz, pero sí hablar un poquito de una banda que durante los años 80 y hasta los últimos 2-miles de este siglo ha hecho mucho y bastante bueno por acercar las formas de este género a los oyentes de radiofórmula de medio mundo. Rematamos, pues, este abril con el swing de los MATT BIANCO.
En la formación original se hallaban los británicos Mark Reilly, Danny White y la cantante polaca Basia Trzetrzelewska (de izquierda a derecha en la foto) . Arrancaron con un primer single que ya ponía en claro de qué palo iban a ir para conquistar oyentes: pop saltarín con formas de música vocal y de baile de los años 40 y 50 tocadas por sintes y algún que otro instrumento de viento (mayormente un saxo barítono, un registro más propio del rock & roll de los años 50 que del pop contemporáneo. De hecho, la parte masculina provenía de una formación de jazz moderno llamada Blue Rondo À La Turk. El título, una invitación a desperezarse dentro y fuera de la casa: "Get Out Of Your Lazy Bed". No sería más de un año más tarde que apareció su disco de debut "Whose Side Are You On?" y ese mismo single, regrabado para la ocasión una vez liquidados los Blue Rondo pudo despegar. No obstante, gracias a aquella etapa previa, la nueva banda desarrollaría también buen gusto para las instrumentales de creación propia, mal que éstas fueran relegadas a las caras B de sus singles. Si os gusta esta vertiente, buscad piezas como "Matt's Mood", "The Other Side" o "Up Front".
Para el siguiente álbum, llamado como ellos mismos, se produce el primer baile serio de componentes: Danny y Basia, con gran peso compositivo y de arreglos vocales -ahí están "Half A Minute" o " Sneaking Out The Back Door" para demostrarlo- decidieron dejar el grupo, y juntos desarrollarían música similar en paralelo en otra compañía. Pero Reilly no iba a quedarse sin teclista fácilmente, y reclutó a Mark Fisher (1959-2016), antiguo componente de los funkeros Alibi que también había conocido el éxito como teclista para los Wham! Con semejante peso pesado, Matt Bianco se volvió algo más "funkero", pero también dio más protagonismo a los ritmos tropicales. Como ejemplos tenemos "Dancing In The Street", "Fly By Night", "Love Situation" , y hasta una rareza llamada "Undercover", grabada juntio a Basia como invitada pero que la cantante también se llevó para su primer LP en solitario, cambiándole algunos versos y el título a "Run For Cover".
Esta nueva onda caribeña llamó la atención de Emilio Estefan, y gracias a él los Bianco asaltan el mercado norteamericano en 1988 con "Don't Blame It On That Girl", punta de lanza del tercer LP "Indigo". Al cambio de la década, empero, tras un recopilatorio que se vendió bastante bien, el siguiente disco de estudio, "Samba In Your Casa", no encajó del todo bien entre el público (de hecho, incluso hoy suena demasiado sofisticado y artificial; ni siquiera se salva el cover de "What A Fool Belives" de los Doobie Brothers . ¿Acaso Reilly y Fisher lo grabaran más bien para liquidar su relación contractual con WEA East/West?). No fue hasta 1995 que recobraron el favor de un público ya adulto y fan del smooth jazz y hasta de los clubes de baile con "Gran Vïa", que incluía la "Lost In You" y, en 1998, con "World Go Round", que contenía no pocas pinceladas de flamenco y hasta un cover del "Sunshine Day" de los Ossibissa.
Pese al acercamiento a la cultura musical "Typical Spanish", este último trabajo tampoco acabó de cuajar entre el gran público, así que se produjo un gran silencio hasta 2004...Y un inesperado milagro: Basia, que por entonces no había grabado más álbumes enteros desde que publicó su recopilación "Clear Horizon", aceptó la invitación de Mark Reilly para reunir a la formación original, y así se gestó "Matt's Mood 2004" con nuevas canciones, entre las cuales dos singles que funcionaron estupendamente en las radios "smooth": "Ordinary Day" y "La Luna". Durante los siguientes años de este siglo, Reilly y Fisher grabarían aún tres discos más en esta nueva etapa y, tras el deceso de éste último a los 57 años a causa de un cáncer de esófago, Reilly tomó fuerzas para producir y cantar "Gravity", una deliciosidad de álbum de jazz orgánico donde su voz parece inalterada al paso del tiempo.
La propuesta del día es una pieza en Sol menor (dos bemoles en la armadura), en las que uno de sus acordes pertenece a la escala menor melódica: en este caso el Mi no es bemol sino natural y es la raíz de un acorde semidisminuído, mientras que el acorde de Re no es menor sino mayor con séptima menor, ya que actúa como dominante secundario del acorde de la tonalidad. Además se presenta con dos típicas tensiones "extra" más allá de su cuatríada: una novena sostenida y una novena bemol. Se trata de dos "colores" o matices muy usados en el jazz que, en este caso, son adecuados para los acordes dominantes. Otro aviso que os doy es este: el vínculo hacia letra y acordes presenta no pocos versos erróneos que yo mismo he decidido corregir. Esta revisión debe ser aprobada en dos días. Entre tanto, me doy cuenta de que existe una cantidad importante de pop en los 80 en el que los temas de espionaje y policíacos estaban "en vogue", y no sólo por los Bianco: de la misma época, por ejemplo, tenemos a Duran Duran (que se curraron la canción de BSO de "Panorama Para Matar"), a Sade con el videoclip de "Smooth Operator", los flamantes clips "Billie Jean" y "Smooth Criminal" de Michael Jackson o, más cerca de casa, la estética "film noir" del videoclip de "Lobo Hombre en París" de La Unión y el tono jocoso de las Objetivo Birmania en "Es Muy Duro Ser Una Chica Bond" e "Incógnito". No hay que olvidar que la Guerra Fría y el Telón de Acero que partía Europa en dos mitades continuaron en pie hasta entrados los 90 y eso siempre alimentó la imaginación de los "entertainers". Que se lo digan a Ian Fleming.
Y ya que, como veréis, esta pieza presenta un trabajo importante de improvisación al piano, me apetece dedicarle este escrito a un pianista con el que me reencontré no hace mucho en un concierto al aire libre y con el que la Ley de Murphy se cobró un peaje: hace casi una semana que Tomàs Fosch, que acompañaba a mi paisano guitarrista Arnau Gil en un concierto del ciclo Jazz A Prop de mi ciudad de este año, resbaló de su silla justo al acabar un solo con su Nord Electro 3, y aunque eso no es algo que se le pueda desear a un músico, ya fuera porque los asistentes en general necesitamos ver shows en vivo y estábamos casi desacostumbrados a causa de tantos confinamientos forzados, aquello nos dio la vida y no pudimos evitar reirnos y aplaudir de forma espontánea. Esperemos que aún no le duela el culo al sentarse.
¡Buen fin de semana!
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