Podríais
llamar a este barcelonés un “hombre del Renacimiento” en tanto
que no
solo canta y compone, sino que también estudia comunicación, dibuja
por hobby y trabaja como entrenador personal deportivo titulado (y
nos regala la vista con sus posados, ya sea por negocios o por simple
gusto).
En
lo puramente musical, Sergio se declara fans (así, en plural) de la
banda sueca Ace
of Base.
Es decir, sus arreglos musicales miran mucho al norte de Europa, pero
pero en la práctica suenan más al electro-house y progressive de
figuras como Tiësto,
Milk Inc., Kate Ryan o
Armin
Van Buuren que
al pop-dance luminoso del citado cuarteto sueco. Además, gran parte
de su repertorio son historias de desamor en los que, tras una
ruptura y un tormento horribles (muy en boga en cualquier track de
techno-pop firmado por Nacho
Canut y/o
sus numerosos discípulos), Cuho concentra en tres minutos la energía
suficiente para tomar el control, mandar al otro a tomar Fanta y
advertirle que no vuelva a llamar a su puerta. Y eso sin importar la
estación de año: allí donde la mayoría de artistas dance escriben
temas más o menos biodegradables sobre las bondades del ligoteo
veraniego, la música del barcelonés nos recueda que cualquier
relación, esporádica o no, se puede torcer y acabar en cualquier
mes del año. No oiréis en su repertorio ninguna “mentira de
folletín” salvo la concesión que realizara con “Tú”, una
tema con el que probó suerte en las preselecciones españolas de
Eurovisión en 2009 junto al productor Danny
Otón,
bajo el alias de Solydo.
Os
destaco de su repertorio original tracks como “You never see me
cry” (con Jason
Rivas)
“Cara a cara”, “El silencio”, “Si el cielo no te perdonó”,
“Sin compasión” o “Mírame bien”, así como covers
contundentes del “You Spin Me Round” de Dead Or Alive y
del “Más que un engaño” de Rebeca
(
podéis acceder al AFÍNATE de estas canciones haciendo click en los
vínculos de estos dos nombres).
Nuestra
propuesta se titula “ Iceberg ”, está compuesta en Mi
menor –o
sea, con las mismas alteraciones que Sol
mayor-
y va un poquito más allá en este proceso de endurecimiento
progresivo de los arreglos; hasta tal punto que el resultado final
quedaría chulo radiado como disco rojo en Rock FM (no tanto en
Maxima FM), y además sería un buen caramelo en la boca de cualquier
banda que necesite un hit rockero potente que garantice cuernos
arriba en los conciertos durante poco más de tres minutos y medio.
En otras palabras, Sergio Cuho parece haber metido un pie en un
terreno inexplorado con el que ganarse (ojalá) nuevas simpatías en
un género que no es el suyo.( Y, sin ánimo de ofender, siempre
pueden aparecer remixes a posteriori con los que adecuar la pieza al
gusto de los “clubbers”).
¡Por si acaso, afilad
las guitarras y buen finde!
No hay comentarios:
Publicar un comentario