Esta semana se cumplieron 3 años de la desaparición de uno de los cantautores más inquietos, sorprendentes y de trayectoria más irregular que ha dado nuestro pais. Una persona que estableció un vínculo especialmente fuerte con mi ciudad natal, Terrassa, y que sólo por eso me despierta simpatía aún cuando ya no está entre nosotros. Hizo muchas canciones pero, indefectiblemente, su éxito dentro y fuera de su pais está ligado a una sola canción con nombre de mujer. Curiosamente, era coetáneo de Miguel Gallardo, a quien homenajeamos el pasado mes, y también era moreno y con unos preciosos ojos verdes. Sin más dilación, JOAN BAPTISTA HUMET.
Nació en 1950 en la localidad valenciana de Navarrès, pero vivió gran parte de su infancia en Terrassa, donde su numerosa familia se trasladó a mediados de esa década en busca de mejor fortuna, pero en esa época su padre, un pequeño empresario textil, tuvo que vender su negocio debido a la crisis que vivió este sector. Pese a todo, “El Noi de Navarrès”, como sería conocido más tarde, pudo costearse su entrada a la Universidad, donde estudió Arquitectura…ni que fuera por poco tiempo: a finales de los 60, Joan Baptista cae rendido al encanto de dos artistas punteros de la Nova Cançó catalana: Joan Manuel Serrat y Lluís Llach. No tardaría en empuñar una guitarra para empezar a componer sus primeros temas: a los 18 debuta en la misma Terrassa junto a Serrat , y en los dos años siguientes telonéo a Llach.
Su carrera discográfica empezó en 1970 y, al igual que su ídolo de Poble Sec, alternó el castellano y el catalán en sus discos, por lo que recibió críticas que le tacharon de vendido o poco comprometido políticamente: sus arreglos, decididamente modernos y trabajados, no casaban con el estereotipo de cantautor de guitarra, voz y poco más. De esa etapa os destaco temas como su debut “Gemma” (dedicada a una de sus hermanas) y las posteriores “No cantes”, “Madreselva”, “Laietana Avall” o “Carta per a ningú”. En 1978, Humet decidió incluso experimentar con la ópera-rock con un trabajo conceptual llamado “Fins el silenci que ve” (editado por la extinta disquera Movieplay) , que tuvo poca repercusión pese a ser compuesto en catalán y poseer unas letras que, releídas en la perspectiva social y política de ahora, pueden ser calificadas de visionarias.
Pese al fin de la dictadura todavía eran muy contados los artistas que ya habían colocado en lo alto de los hit parades canciones revulsivas o poco recomendables para oídos “bienpensantes”. Me refiero al alto voltaje pasional del “Te estoy amando locamente” de Las Grecas u otros éxitos como “El Jardín Prohibido” de Sandro Giacobe , “Yo también necesito amar” de Anna y Johnny o el “destape” poético de Manuel Alejandro , con sus “Lo siento mi amor” y “Señora” para la gran Rocío Jurado o su ambigua e intencionada “Qué sabe nadie” para Raphael. Humet, que sabía lo que era cantarle a la cotidianidad de su propia vida y de las personas a pie de calle que le rodeaban, decidió romper un nuevo tabú.
El consumo de drogas empezaba a hacer estragos en los ambientes juveniles (marginales o no) durante la transición y posterior democracia. Y nunca antes una canción había hablado con tanta serenidad, aplomo, cariño, poesía ( Y AUSENCIA DE PATERNALISMOS ) sobre una adicción real como lo hizo, en 1980, la historia de “Clara”, con su desarraigo y su final heroínico…y casi heroico. Este bonito cuento llegó al corazón de más de 50.000 personas en todo el país (Single de Oro y Número Uno ) y le dio a su autor una llave para colarse en varios miles de corazones más en América Latina.
Esa canción fue, en efecto, el buque insignia de la etapa decididamente más comercial de Joan Baptista Humet, con 3 álbumes entre 1980 y 1984 para la RCA: “Clara” abría el exitoso LP “Hay que vivir” (del que salió también el positivo single homónimo), seguido de “Amor de Aficionado” y “Sólo soy un ser humano”. En esos discos, de ventas globales bastante modestas, se creó un equilibrio entre melodías con arreglos modernos y letras sobre el día a día y de cierta llamada a la conciencia social como “Estamos en Acuario”, alguna añoranza a su tierra natal ( “Otoño en Navarrés”) e historias de ambientes nocturnos con los que los marginalizados brillaban con luz propia de héroes ( “Tú me sonríes”, " El travesti ", “La Hora de Las Brujas” ). Incluso hoy , una primera escucha de esos temas realmente hace difícil etiquetarle con un sonido de cantautor “al uso”.
En 1986, RCA es absorbida e integrada en la multinacional alemana BMG-Ariola. A Humet le propusieron entonces trabajar junto a Paco Cepero, productor de esquemas más bien flamencos, en vez de seguir con su habitual colaborador, el eslavo Kornell Kovach (que también había trabajado con otos talentos nacionales como Ariel Rot, Rocío Jurado, Juan Pardo, Pecos o Peret). En realidad, Cepero fue un nombre impuesto por la nueva dirección de la discográfica, un dirigismo que el cantante rechazó, y ante la posibilidad de renovar contrato por uno o dos álbumes más, Humet se pidió la carta de libertad. Recogido entre la vida familiar y la docencia, no le picaría el gusanillo de volver a escribir su propia música hasta pasados 18 años, esta vez autoeditándola como alternativa a firmar de nuevo con una “multi”. Su “comeback” se tituló, con sentido del humor, “Sólo bajé a comprar tabaco” y fue presentado en 2004 en una pequeña gira que arrancó justamente en la Fiesta Mayor de Terrassa, donde se subió a un escenario por primera vez hacía 36 años.
Cuatro años después, un cáncer de estómago acabó por sorpresa con su vida el 2 de diciembre de 2008. Joan Baptista padecía esa dolencia desde un año antes, y le hizo notables estragos en su aspecto. Su cuerpo fue enterrado en Navarrés, su lugar de nacimiento. Pese al gran paréntesis que se dio y su posterior desparición, Humet no fue del todo olvidado: en 2001, Ana Torroja tuvo a bien homenajear a Humet grabando una personal versión de la célebre “Clara”, que se incluyó en la banda sonora de la comedia española “El Palo” ( con Adriana Ozores, Carmen Maura, Malena Alterio y Juan Gea ) así como en un disco llamado “Mujer” a beneficio de la Lucha contra el Cáncer de Mama. Dos semanas después de su muerte, amigos y conocidos del cantante se reunieron para un homenaje póstumo en el Sant Jordi Club de Barcelona. Entre varias canciones, “Clara” fue interpretada por partida doble: por Ana Belén y su hijo David San José y en variaciones a cargo de Josep Mas alias Kitflus (ex Pegasus), quien trabajó con Humet en su último disco.
Recientemente he preguntado en Facebook cuál de las 3 versiones de "Clara" quedaría mejor postear aquí para aprenderosla. Entre la de la ex-vocalista de Mecano (MI MAYOR) , la de Ana Belén ( RE MAYOR) y la original ( LA MAYOR) , la ganadora por goleada en esta encuesta ha sido...
De todos modos, si vais al CIFRADO DE ACORDES teneis la posibilidad de transportar éstos a la tonalidad que querais ( Arriba a la derecha hallareis un icono de destornillador y llave fija cruzados: haced clic y se os desplegarán cinco botones arriba en el centro para ajustar por tonos y semitonos arriba o abajo) .Feliz entrada de semana, tanto si os vais de Puente de la Constitución como si no.
Y en el próximo "AFÍNATE", una drag queen de nuevo cuño. ¡ No os la perdais !
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