A principios de junio imprimí el texto que habeis leído - no os asusteis, es catalán - en papeles rosa y amarillo y los colgué en tres o cuatro sitios relativamente cercanos a casa. No tardaría en subirlo también al tablón de la popular web musical ATIZA.COM. Lo que me llevó a dar el paso fue lo que justamente hallé en una de estas entidades que visité la misma semana.
Justo en el mes anterior, mayo, decidí dar un garbeo por cierto casal juvenil cuyo programa de actividades incluía una jam session y, obviamente, animaban a los chavales a traerse instrumentos, amplificadores, etc. Pensé: “¡ Genial! Echaré un vistazo y si la cosa se anima, pues me meto yo también" . Pero lo que hallé ahí dentro no pudo ser más desolador.
Claro que tenían un mini escenario en un rincón del salón, pero estaba vacío. Los participantes, una pandilla de unos doce mozos y mozas lugareños, estaban sentados en un círculo de sillas, se miraban nerviosamente entre ellos, bebían cerveza y refrescos y sólo uno de ellos se atrevía a rasgar tres acordes a una guitarra eléctrica sin enchufar, mientras los demás iban a lo suyo o le dedicaban alguna risita. ¿Y aquello era la jam? Como dicen allende los mares, “¡Qué mala vibra!”. O peor: ¿DÓNDE ESTABA LA VIBRA ? ¡ Aquello era lo más parecido a una reunión juvenil de lecturas bíblicas para preparar el acceso a un seminario ! Sólo cabía preguntarse si llevaban mucho tiempo así. Viéndoles, me sentí como si me hubieran plantado un espejo que reflejaba al regordete, ultratímido y casi asocial que fui yo mismo con quince o dieciséis años. ¡Y yo necesito acción!
Si pinchais el vínculo de ATIZA.COM y os fijais bien, vereis que pongo especial énfasis en músicos de localidades de mi propia comarca. No tengo nada en contra de gente que resida en Barcelona City, son igualmente bienvenidos, pero ya en mi post inaugural di a entender lo necesario de dar cancha al artisteo local de otras poblaciones para que éstos no migren necesariamente a la capital catalana. A día de hoy habido algunas tímidas respuestas vía email, y hasta un vecino de Facebook mío llamado Óscar, de quien hablaré próximamente porque él lo vale, tuvo a bien colgar el anuncio en su muro.
La de formar un grupo más o menos estable a la que pueda proponer un repertorio para los futuros shows es sólo una de mis misiones. En paralelo, os iré informando de cualquier conversación relevante que se dé con alguna “autoridad” interesada ( ya hay una con la que hablaré la próxima semana) , así como de las localidades candidatas a acoger “POP UP THE JAM!”, que por lo pronto son tres.
Como reza este bonito tema: “De repente, las ruedas se ponen en movimiento”
¡ Feliz fin de semana, Diletantes !
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