En esta semana hacemos caer nuestro último post de junio justo en el Día Internacional del Orgullo LGTBQ, y una fecha como esta merece un himno y unos acordes a la altura, tanto si llevas plataformas como si no. Hoy hablamso de lartífice de la que, para mi propio gusto, es una de las canciones estrella no solo de la pasada Eurovisión, sino de este mes en el que, más que nunca, debemos revindicar y proteger nuestra diversidad afectiva y sexual, y es que, por desgracia, el ascenso y la entrada de corrientes políticas neofascistas en instituciones públicas, especialmente, tras las últimas elecciones autonómicas varias y locales varias del pasado 28 de mayo en España no es ya sólo un problema de gentuza V0x-mitiva de aquí, sino que afecta a no pocos países europeos, por no hablar del resto del mundo (Irán, México, África Subsahariana, etc. siguen siendo países donde la propia sexualidad es una sentencia de muerte). Por eso necesitamos más que nunca música con la animarnos, darnos fuerza no sólo en una jornada como esta sino en cualquier lugar y época del año que y empoderarnos como individuos ante aquellos que siempre nos han querido, como diría el gran Charles Mingus, "Beneath The Underdog" (menos que a un perro). Por eso necesitamos en nuestras vidas a figuras como el cantante y productor belga GUSTAPH.
Nacido en 1980 como Stef Caers, Gustaph adoptó este mismo nombre artístico en recuerdo de su abuelo, y aunque muchos lo hemos descubierto gracias a su flamante participación en la pasada cita eurovisiva de Liverpool del pasado 13 de mayo, no es ni mucho menos un advenedizo en el mundillo musical: a los 20 años debutó gracias a su primer single "Gonna Lose You" (bajo su propio nombre Steffen), al que siguió "Sweetest Thing". En ambas piezas, hoy muy buscadas por el eurofandom (Departamento de Arqueología Musical), ya se mostraba una apuesta por la pista de baile y color de voz muy deudor del mejor Boy George.
Más pronto que tarde decidió replegarse a labores de composición y producción de su propia músical a la vez que prestaba su voz como vocalista de apoyo a otros artistas y lo combinaba con su faceta docente (es profesor de canto en la Real Academia de Bellas Artes de Gante). Su reinventada persona musical de Gustaph emergió con relativa fuerza en la escena de club de su propio país en 2011, al publicar dos nuevas piezas de estilo retro-80's muy bailongo, como "Same Thing" y "Jaded", y así entró en contacto con el mercado de "club music" anglosajona gracias a remezclas elaboradas por gentes como Andy Meecham y Dean Meredith alias Chicken Lips (remezcladores para, entre otros, Robbie Williams). La pegada de estos singles acabaría llamando la atención de una banda de club de referencia a ambos lados del Atlántico: Hercules and Love Affair, con quienes compartirá algunos años de estudio y escenario en la pasada década. También ha creado asociaciones puntuales con otros artistas del entorno LGTBQ "classy-exquisito" (que por desgracia tampoco han salido, de momento, de ese nicho de mercado "arcoiris") como Johan Blende o Adam Joseph.
Finalmente, en 2018, su asalto a un mercado más amplio y de mayor visibilidad tuvo lugar...A 20 pasos de la fama. Es decir, como co-vocalista de la rubia Sennek en el escenario del Atice Arena de Lisboa para la Eurovisión de ese año, y repitió en 2021 en las mismas funciones junto a sus también paisanos Hooverphonic. Sin embargo, en la primera vez, Bélgica no se clasificó para la final en Portugal, y en la segunda, los creadores del hit "Mad About You" querdaron relegados a la posición 19ª de entre 26 participantes en la cita de Rotterdam, Países Bajos. ¡Ah, y encima quedó fuera de plano en ambas actuaciones!
Con un panorama tan poco alentador, era cuestión de tiempo (y de la necesidad de que Bélgica mejorara sus estadísticas en este certamen) que Gustaph reclamara y ganara su lugar bajo el sol, y supo utilizar a su favor la ventaja que en este 2023 ha ofrecido la convocatoria del Eurosong belga de poder presentar dos canciones por artista. Su primera canción candidata fue la dramática, oscurilla y contenida "The Nail". Luego cantó la otra...Y se hizo la luz. El resto, ya lo conocemos los eurofans: derechito al séptimo puesto en la Eurovisión de este año. El país donde aún sigue exiliado Valtonyc no alacanzaba el Top Ten del Festival desde 2017.
Arreglada al modo elegante del house neoyorkino de la disquera Strictly Rhythm de mitad de los años 90, esta canción es prácticamente monocorde (Do menor), así que la "chicha" interesante se halla mayormente en el estribillo: en esta parte, la subida por los grados IV-V-VI-VI de la escala de Do menor concluye de dos maneras: una vez se lleva a Do mayor, que actúa como dominante secundario del Fa menor (se vuelve a este acorde), y en la siguiente vez se lleva el mismo paisaje hacia otro acorde ajeno a la tonalidad de do menor: Si semidisminuído. Ambos aparecen por intercambio modal desde la escala hermana Do mayor.
Adicionalmente, el acorde de Do mayor también aparece en el segundo pre-chorus, donde se tira de nuevo de los grados VI y VI de la tonalidad dada. De esta manera se logra una variación respecto del primer pre-chorus monocorde, obtenemos un énfasis mayor y rematamos esa sensación de triunfo ante la adversidad y vibras positivas que transmite la letra.
Y para finalizar, una anécdota: hace un mes, un usuario cualquiera de Youtube tiró de la tan polémica Inteligencia Artificial para hacérsela cantar un tono más arriba...¡A la mismísima Miley Cyrus!
¡Feliz (y siempre combativo) Orgullo LGTBQ, Diletantes! Naturalmente, este post se lo dedicamos con cariño a la cantante y DJ Rocío Sáiz (ex-Monterrosa), por el mal trago que ha tenido que pasar en los últimos días. Si lees este artículo, mis lectores y yo te hacemos saber que NO PODRÁN CON NOSOTR@S. NUNCA. JAMÁS.
Y por cierto, con Gustaph cerramos nuestra siguiente colección de música chula en acordes. Nos vemos en la COLECCIÓN AFÍNATE del siguiente post.
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