Aún con apenas líneas escritas durante este mes, vamos a cerrar este mes de mayo dignamente, y lo haremos sumando un tributo más (que nunca está de más) a una artista de las de toda la vida que la semana pasada nos dijo "hasta aquí" en esta vida, pero a la que siempre recordaremos por ser un modelo de fiereza en la vida y en los escenarios: ANNA MAE BULLOCK. Simply TINA TURNER.
Cuando el pasado 24 de mayo por la tarde supe del fallecimiento de Tina, la primera frase que me vino a la cabeza fue una frase pronunciada por ella misma justo en su momento de mayor esplendor: "Este lugar lo construí yo...¡Con sangre y mierda hasta los sobacos!". En efecto, ese espeto proviene de una ficción cinematográfica ("Mad Max 3: Más Allá de La Cúpula Del Trueno") pero si te paras a pensar, la frase comparte más de una verdad con la "Tía Ama" del mundo real: la de una mujer golpeada física y mentalmente durante años por un marido abusador que la llevó al límite y del que escapó por vía de un divorcio que la dejó sin un duro, unos primeros elepés sola que no tuvieron apenas éxito en mitad de la vorágine de la Disco Era y una Travesía del Desierto...de Nevada, en la ciudad de Las Vegas en la que sobrevivía como cantante de soul antiguo en shows de cabaret con mucha lentejuela y glamour de postín, pero que solo sirvieron para pagar la abultada minuta de la separación y los gastos de cancelación de la dupla "Ike & Tina".
Uno de esos bolos "camp" la llevó a ojos del entonces afamado mánager de Olivia Newton-John, Roger Davies. Fue esta persona quien la animó a reconectar con personalidades del rock 'n' roll como Mick Jagger y Rod Stewart, con quienes había coincidido en escenarios durante su etapa "Ike & Tina" y quien, más tarde, la enseñó sobre la necesidad moral de plasmar su reencontrada vena rockera. Fue así como Tina y su "Private Dancer" dieron un vuelco al R&B que tan bien sabía cantar desde las entrañas y, a la vez, cautivar al público generalista consumidor de rock sin renunciar a su lado soulero y asomarse al pop e incluso a los clubes de baile sin ablandar su esencia; la de mujer dura que se entrega por amor sin dejar de exigir al próximo hombre guapo que se acerque a ella amor y, ante todo, respeto. El resto, es historia conocida.
- "I DON'T WANNA FIGHT"
Pensando en este mismo homenaje bloguero, pregunté a mis seguidores fieles en Facebook y a través de mi Instagram acerca de qué canciones de Tina Turner les ponen más. Las reacciones no se hicieron esperar, y entre obviedades como "Simply The Best", "We Don't Need Another Hero" o "Private Dancer" se dieron dos respuestas que me llamaron la atención. Y he aquí la primera:
La Turner ya se había ganado a pulso su continuidad en los 90 como estrella del pop-rock comercial justamente con "Simply The Best" : gracias a ese éxito del disco "Foreign Affair", Capitol Records aprovechó ese concepto del título para promover una recopilación de "Lo Mejor" de ella hasta la fecha, que incluyó una revisión housera muy molona del su éxito pretérito "Nutbush City Limits" de los 70 a cargo de CJ Mackintosh. En ese año 1991, bastante movido que incluyó un accidentado ingreso de "Ike & Tina" en el Salón de la Fama del Rock'n Roll, la Reina Ácida se tomó un descanso de su gira de grandes éxitos...Y regresó con su fiereza habitual, esta vez para guiar los pasos de la actriz Angela Bassett para interpretar a la cantante en sus turbulentos inicios en la maravillosa biopic " Tina: What's Love Got To Do With It". Para promover la película, Tina grabó esta maravillosa "I Don't Wanna Fight", cuya letra suena como una carta abierta a la figura de su ex-marido. By The Way, Angela Bassett siempre ha agradecido a Tina el haberla ayudado a hacerse visible como actriz de cine, y por eso pidió ser ella misma quien presentara y revalidara en 2021 la entrada de la cantante como icono de rock "por derecho propio" al Rock And Roll Hall Of Fame, un galardón que aceptó ya desde su feliz retiro en Suiza.
Desde aquí soy las gracias a mi colega Ewing J. Falla por pensar en ella y hacerme recordarla con el mismo agrado que la escuchaba de adolescente durante mi primer año de bachillerato. TQM. Como particularidad, esta pieza en Re mayor no tiene muchas complicaciones en su armonía. La parte más interesante es el puente, en el que encontraréis un uso muy cuqui de dos acordes concretos: La menor y Do mayor. Se trata de dos intercambios modales, con acordes que provienen de Re menor (tonalidad homónima).
- "TYPICAL MALE"
Otra de las propuestas que me llegaron por redes sociales para ilustrar este artículo fue una que lanzó de otro aliado mío, el DJ manchego Keke Doméstiko: "What You Get Is What You See", una nueva oda al empoderamiento femenino que tanto funciona en antros de rock como en garitos de música country (¡viva el crossover!). Aún con este buen intento de casi leer mi mente, para cuando llegaron ésta y otras respuestas a mi sondeo, yo ya tenía otra canción en cola que, treinta y tantos años después, aún me hace dar saltos y meneos con la cabeza desde los primeros compases y que, con todo el respeto a mi Keke, resulta más desafiante a la hora de sacarse los acordes y tratar de explicar lo que ocurre a nivel de armonía. Se trata de la "sexy-funky-rockera" "Typical Male", también grabada originalmente en el álbum de 1986 "Break Every Rule".
Siguiendo las directrices de las canciones pensadas para Tina, su personaje se dirige a un hombre de carácter racional que transmite seguridad y aplomo para decir "aquí estoy yo y te voy a dar mi azúcar moreno al estilo sureño si tú no tomas la iniciativa". En la parte musical, aquí se usa una herramienta que a Tina le ha dado muchas alegrías a la hora de interpretar: las modulaciones, y aquí hay todo un festival de ellas: la pieza inicia en Sol sostenido menor, luego evoluciona hacia Do sostenido menor y, avanzará hacia Mi mayor (apoyándose en su respectivo quinto grado -B7- en el estribillo y volviendo a C#m (tonalidad relativa menor y a la vez grado sexto de ese Mi). Un movimiento parecido veremos hacia el final, en el último estribillo, que lleva la tonalidad a Fa mayor con apoyo desde su cuarto grado- Si bemol-. Sin olvidar cómo previamente en el puente sirve de una subida diatónica para llevarnos a Si mayor (tonalidad relativa mayor del citado G#m) , y hasta a Do...
Como veis, mucha tela que cortar. ¿Os atrevéis?
NOTA: existen en Youtube versiones posteriores en directo de este track en los que la Turner llevó la tonalidad hasta un tono y medio más arriba respecto a la grabación original de estudio. Si tenéis las cuerdas vocales atrevidas, lanzaos y usad el transpositor de tonalidad que hallaréis en la parte inferior del link a los acordes que os facilitamos.
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