Y ahora me pongo en modo "Abuelo Cebolleta": la primera canción que entró en mi casa de este artistazo fue la dulzona "Just The Way You Are" (de ejecución obligada en cualquier banquete de boda norteamericana ) e iba en un vinilo doble que compró uno de mis hermanos mayores en los 90, la BSO de "FM - No Static At All", una película "de culto" ( es decir, que apenas se comió una rosca cuando la estrenaron en los cines), dirigida en 1978 por John A. Alonzo. Yo entonces tenía 11 años y ese disco me dio un buen ejemplo de lo que entonces se dio en llamar el "Adult-Oriented Rock" (AOR) en EE UU a mediados y finales de los 70.
Meses más tarde entró en casa otro disco entero de William Martin Joel , el "Turnstiles " (1976). La portada era muy chula, con aquel muestrario de la fauna urbana diurna y nocturna de Nueva York agolpada en las barreras giratorias del metro. Obviamente no era el "Piano Man", el disco que lo colocó a en el mapa de los sonidos de América en 1973) ni "The Stranger", el LP de 1977 que afianzó su fama y le reportó los dos primeros Grammy de su carrera ( en el salón de su casa lucen seis). Pero el tracklist es brillante de principio a fin: hay ecos del "Be My Baby" de The Ronettes en "Say Goodbye To Hollywood", una carta de amor a su ciudad como "New York State Of Mind", ramalazos de rock sinfónico en "Prelude/Angry Young Man" o una pieza como "All you wanna do is dance", que si la hubiera grabado un grupo de ska de la Trojan Records, ahora la estarían bailando los pogos de todo el mundo. Por haber hubo hasta un cuento futurista con una letra del palo "Fin del Mundo" llamada "Miami 2017", donde Joel hizo un guiño a uno de sus placeres mundanos favoritos: el béisbol y los New York Yankees.
Puestos a generalizar, el estilo de Billy Joel se apoya mucho en los arreglos de piano y en producciones bastante manieristas. Tal es así que a principios de este siglo compuso una obra de música clásica llamada "Fantasies & Delusions". Pero existe un disco en su carrera en el que optó por un ejercicio de new wave al estilo de gente como Television o The Cars, y si bien no abandonó su querido piano y los sintes, el resultado fue un LP de rock básico y garajero pero muy pegadizo, en donde Joel acabó de sacar la voz rockera que le acompañaría en los siguientes álbumes y lució una pose morbosa a la par que desafiante en la portada. Ese disco es "Glass Houses " (1980).
Y como musicalmente no soy una persona de obviedades, mi propuesta para aprender a tocar no va a ser en este caso ni "Piano Man", ni "My Life", ni "Just The Way You Are", ni "Uptown Girl", sino justamente una pieza del disco de "La Casa de Cristal", con ese Billy vestido de chulazo con tejanos, cuero y botines que me pone burrángano (¡suspiro!).
Compuesta en La menor, "All For Leyna" no llegó al número uno de singles americanos como sí hizo "It's Still Rock and Roll To Me", pero no creo que fuera por falta de energía, sino todo lo contrario. Apretad PLAY y lo comprobareis.
Y como también hace bastante que no dedico un post a un colega, éste va para un malagueño saleroso llamado José Carrá , que toca el piano y también es bastante fan de este hombre. Lo que Billy Joel ha unido, que no lo separe la distancia. Saludos.
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