¡Buena semana a todos!
Por primera vez en la historia de este blog voy a
postear una canción “Made in ESC ”.
Una muy reciente, y que justo en este 2013 me ha atrapado completamente, aunque
no haya ganado. Y ya que hablamos de Eurovisión, este post lo dedico con todo
mi cariño a tres eurofans que lo son aún más que un servidor: un saludo a Marc,
solista de la Orquesta Karamba ( con los que giré como DJ el verano pasado) , y
que a estas horas debe haber vuelto ya de Malmö en Suecia (cuando le conocí, Marc
viajó también a Baku, capital de Azerbaiyán , para el certamen de 2012); otro
saludo para Jon Ruiz de Miranda de Ebro y un petonàs para Joan Pere, miembro del Grup
d’Eurovisió de la asociación GLBT Casal Lambda de Barcelona. Esta es ANOUK.
Justo en la misma semana que
se celebró el certamen, a mi padre le dio la ventolera de instalarse una antena
parabólica por placer de poder ver Canal Sur. Por mi parte, el nuevo cachivache
me ha permitido descubrir tropecientos canales más, la mayoría en lengua
alemana y alguno en francés…De entre los canales en alemán, ha sido a través de
EINSFESTIVALEN donde que he tenido el raro privilegio, por primera vez, de
seguir ambas semifinales de Eurovisión. Hasta entonces, quien os escribe había
pasado bastante de ver estas eliminatorias, pues en lo tocante a este certamen
soy un espectador al que le gusta la sorpresa, y prefiero no saber quién participa
o quien no hasta el mismo día de la final.
A grandes rasgos, la semana
pasada tuve la sensación de que la gran mayoría de los artistas que se dieron
cita en Malmö ofrecieron puestas en escena bastante austeras si les quitas a
todas ellas las luces y los fuegos artificiales. Este año, el público votante
ha decidido prescindir de números con vestuario demasiado estrambótico y del
típico petardeo, como ha sido el caso de los Igranka de Montenegro, cuyos atuendos de
astronauta no pasaron la criba. Aunque también ha dejado fuera de concurso buenas
voces como la de israelí Moran Mazor.
En cuanto a la canción
ganadora de este año, “Only Teardrops” de Emmelie
de Forest, me ha ocurrido lo mismo que con la “Euphoria” de Loreen: mi gusto personal no contaba
con que sería una de las favoritas- no soy nada bueno con los pronósticos-. Otra
cosa es que “Euphoria” era y es un cañonazo y me entró a la primera; en cambio,
la ganadora de este año es bastante más
ligera, y mi mente no apostó casi nada por ella cuando la escuché hace seis
días.
Este año, las actuaciones
que mejor sensación me han provocado han sido las de: el tenor-soprano Cezar de Rumanía, el vestido creciente y volcánico de la moldava Alliona Moon, Ucrania y su hada Zlata Ognevich, los parranderos de Koza Mostra y Agathon Iakovidis desde Grecia
( "Alcohol is Free" es ideal para irse de parrandeo y cogerse un pedo de los gordos) e Irlanda, con una canción potente, pero últimos en la clasificación pese a que los tamborileros a pecho descubierto que llevaba Ryan Dolan gustaron mucho a unas chicas que
estaban cenando en un bar de Terrassa donde el sábado vi la final ).
Pero sobretodo, la que me ha
puesto la carne de gallina han sido las “Aves” de Holanda. Investigando un poco
por la red más allá de la típica presentación de
turno justo antes de que actuase, leo que Anouk Teeuwe , nacida hace 38 años en La Haya, fue descubierta por Barry Hay, ex-miembro de una banda de glam-rock de los 70 llamada Golden Earring (¿a alguien le suena "Radar Of Love"?). Desde 1997 mantiene una carrera de fondo muy rockera y bastante exitosa con 9 álbumes , 7 de los cuales han sido nº1 en ventas holandesas y múltiples galardones de oro y platino en Holanda y en la vecina Bélgica, así como varios premios Edison (Grammy Holandeses) a la mejor cantante femenina.
Justo en la semana del certamen, "Birds" se ha publicado como punta de lanza de su último disco "Sad Singalong Songs". El pasado sábado la canción no ganó, pero casi todos los países le ofrecieron puntos, incluído un 12 de los televotantes belgas, lo que la ha llevado al 9º puesto en la clasificación. Y es que la canción merecía y merece el Top 10 de este año: mi primera sensación fue la de estar escuchando una canción de una película tenebrosa, como de final de una peli de terror psicológico, y esas atmósferas "dark" y tenebrosas de las cuerdas te remiten a paisajes fríos y solitarios...El mismo tipo ambientación que, en el plano literario, ha cautivado en los últimos años a los lectores de best-sellers escandinavos escritos por Stieg Larsson o Camilla Läckberg. Y cómo no, al vídeo original holandés no podía faltarle ese toque oscuro, no importa si la historia estuvo inspirada por "Cisne Negro" de Darren Aronofsky. Una canción ideal para estos últimos días de lluvia. Disfrutad.
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