Hola a todos,
Ha sido justamente durante este mes de abril que finalmente he conseguido algo por lo que llevaba prácticamente un año batiéndome el cobre en Países Bajos: las llaves de un apartamento propio, asñi que estoy como una ardilla de content@ porque eso y no otra cosa deberá ser elcatalizador de la calse de viuda que siempre he deseado. Un espacio en el que poder empezar a crear sin las restricciones de horarios de un empleo de ocho horas diarias, poder tocar todo lo que me permita la ley vigente del país ( y no el reglamento interno una agencia de empleo privada) y poder moverme a mi antojo sin tener que depender de un coche que sólo puedo usar como hasta ahora estrictamente por trabajo y no por ocio. Sin olvidar la chance que se me abre de permitirme un parón para re-sanar la espalda (he vuelto a coger algo de peso), hacer curas de sueño (llevo demasiados días sin dormir bien) y así poder lucir mejor cuando pueda volver a subirme a un escenbario junto a mis talentosos y desconocidos nuevos vecinos.
Y ya puestos, celebramos un nuevo Sant Jordi en tierra extraña (tan extraña que ni siquiera las librerías de Países Bajos realizan promociones por ser también el Día del Libro; por no hablar de la ausencia TOTAL de rosas cultivadas para la ocasión en las floristerías (por falta de tierra cultivable de gran calidad no va a ser, os lo prometo). Y entre día y día de lluvia, hoy hacemos florecer un poco más a un talento que he descubierto hace poco gracias al creador de contenido en Youtube George Five (Felicitats de bell nou!). Un artista que proviene de una saga familiar dedicada a la música y sabiamente promovido sin pausa pero sin prisas: IVAN HERZOG.
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