Se acaba el mes y se acerca Hallowe’en...Y para aquellos que, como a mi madre, lo de las calabazas y los muertos que salen de sus tumbas no les haga ni puñetera gracia, se acerca el Día de Todos los Santos y luego el de honrar a los difuntos.
De repente me doy cuenta de que en todo lo que llevamos de blog jamás hemos celebrado el “Jelogüey” (verbigracia materna). Digo más, nos adelantamos unos siete a tal fecha cuando posteé en su momento una canción llamada "Sesión Contínua" (buscadla si queresi en el archivo de marzo de 2013). Pero como en este blog valemos igual para un roto que para un descosido, vamos a hacer un guiño al lado profano de la festividad enseñándoos este divertimento con el que un país entero conoció a alguien destinado a entretener a tres generaciones de público en sinfonolas, teles y cines. Pido un estruendoso aplauso para ANDRÉS PAJARES.
Ya fuera por libre o en compañía de su "pareja de hecho" más famosa ( el pequeño gran Fernando Esteso ), y por encima de una vida bastante tumultuosa marcada por dos matrimonios fracasados, un hijo al que casi meten en la cárcel (en 1997, su hijo Andrés Bruguera residía en Estados Unidos y fue arrestado por error al ser confundido con el asesino del modisto Gianni Versace) y una depresión endógena que se ha cebado con su salud en los últimos tiempos , la carrera de Andrés Pajares se ha desplegado a lo largo de cinco décadas con un arrojo sólo reservado a las personas dotadas de genio.
Pero la crítica y algunas facciones del mundillo artístico
son tan cabrones que nunca han valorado justamente a los cómicos ni a cualquier
artista que invitase echar canas al aire física y mentalmente. Dicha actitud,
especialmente virulenta en España por culpa de siglos de castradora moral
judeocristiana, es la que hizo que, tras películas francamente divertidas como "Los Bingueros" o "La Hoz y el Martínez" y posteriores series cómicas como "¡Ay, Señor, Señor!" o"Makinavaja", los éxitos mejor reconocidos de
Pajares hayan sido sido los de personajes
bastante menos graciosos o que directamente pasan las de Caín ( mira tú por
dónde, en eso no somos diferentes del tan anhelado y “liberal” Hollywood ). Tal
cosa le sucedió con filmes como “Bwana” o “¡Ay, Carmela!”, por el que se llevó
el Goya al Mejor Rol Principal Masculino en 1991.
Siendo un hombre forjado en los teatros que más adelante, con el aperturismo y el Destape, saltó al consabido cine cómico-picante ya mencionado, lo de grabar discos lo tomó como una añadidura más que, para mal o para bien, no le apartó del todo de las tablas. Su contribución al noble arte de la "Humour Music" patria, que por entonces tenía en Emilio El Moro (1924-1987) a su mayor representante, no tiene nada que envidiar a la mucho más extensa facturación de discos de aquel melillense. Además de nuestra propuesta "vampírica" , no podemos ni debemos olvidar otros singles míticos como "El Conejo de La Loles", "Gigi L'Amoroso" o esa rumbita con trabalenguas picante que es "Del Caño al Coro".
Y para que veais que esto del frikismo no es patrimonio exclusivo de quien os escribe, os paso el que posiblemente es el mejor vídeo que se ha hecho jamás de esta canción que va subiendo peldaños de semitono en semitono a cada estrofa. Aquí teneis la obra de un tal Stevie, y aunque su calidad no es muy buena, se merece otro aplauso bien gordo. Os emplazo también a buscar este tema en una compilación de canciones petardas de temática de ultratumba llamada "Tonadillas para un guateque de Jalogüin", muy apropiado para la fecha, donde hallareis al Drácula Pajares junto a otros insignes como Bonet de San Pedro, Peret, o la banda de punk-rock F.A.N.T.A.