Extraordinariamente y coincidiendo con el fin de las rebajas de invierno, he decidido compensaros por los días que hacía que no escribía y haceros un 2x1 en canciones nuevas para aprender.
En un enésimo desmarque respecto de las jams de jazz , donde se tocan temas bonitos pero muy viejunos y eso hace que los músicos puedan perder perspectiva de lo que se cuece en la actualidad, os traigo el doblete de un chicarrón que, por añadidura, es uno de mis nuevos vecinos de redes sociales. Saludad como se merece a Yeyo Guglieri.
Este mozuelo viene de Granada, una tierra con una escena musical variopinta (flamenco aparte) y muy interesante pero de escala reducida respecto a la barcelonesa o la madrileña, pues el gobierno local (de derechas) no se caracteriza, según testimonios que yo mismo he conocido en un viaje reciente, por dar mucha licencia a la música joven y en directo dentro de la ciudad: en la Ciudad de la Alhambra, las propuestas interesantes se suelen generar en los barrios históricos (Albayzín, Realejo, Centro, Catedral…), pero las más convencionales, mejor publicitadas por medios públicos y privados y de seguimiento más masivo se hallan sobretodo en las afueras. Pongo como ejemplos los famosos botellones en la zona de la Universidad y la Cartuja y las atractivas sesiones de techno, house y electro de Industrial Copera.
El primer contacto de Yeyo! Con la farándula fue a los 8 años con un grupo infantil llamado Bebesones, con los que hizo giras por colegios de su provincia durante cuatro años, amén de numerosos carnavales y cabalgatas de víspera de Reyes. Con la mayoría de edad, se cruza en el punto de mira del productor Carlos Jean , quien le propone grabar voces para su LP “Back To The Earth” de 2002. Más tarde con la irrupción de las redes sociales, Yeyo conoció a un disc-jockey con el que acuerdó grabar un cover de “Miro la vida pasar” de Fangoria. Esa versión le sirvió para colocarlo en el mapa del siempre dinámico ambiente musical gay.
En los últimos tres años, este “wandering spirit” se ha dejado caer puntualmente por varias ciudades actuando en ferias y eventos pro-bono. Siguiendo la célebre máxima de Juan Palomo, él suele guisar sus propias letras y música y actúa prácticamente él solo encima de las tablas, ya sea con Adidas o tacones, a cara descubierta o haciendo acopio de maquillaje, creando unos estilismos igualmente “ Do-It-Yourself ” pensados para hacerse ver. Ya en su primer vídeo “Retroceder”, a unos beats deudores de la fiebre “breakdance” de 1984, Yeyo sumó elementos nada comunes a los breakers: eyeliner a cascoporro, leotardos en technicolor, coreografía de “voguer” y el mismo color y tono de pelo de Rihanna en su etapa “Loud”. Una mezcla que bien le ha valido ser nominado recientemente a los Besametonto Awards, unos galardones de votación popular creados en el ambiente GLBTQ madrileño. Si teneis arrestos, buscad ese vídeo.
EL GLOBO
Fue justamente echando un vistazo a los nominados en los Premios Besametonto 2012 que descubrí a nuestro protagonista. De ahí salté a su Myspace, y cuando creía que iba a relajarme tras el video que he explicado líneas atrás, fue pulsar PLAY en esta canción… y empezar mi trasero a dar saltos en la silla. ¡Justo lo que necesito para combatir un día de invierno como el de hoy! Un 12 x 8 de ritmo y una armonía facilona y accesible a la altura de joyas pop como las que fabrican mis admirados Miranda! , Astrud o Denise Murz (próximamente en este blog). Acúsome que, tratándose de un artista abiertamente gay, tuve la idea preconcebida de que, hablando de globos, la letra iría del palo “¿ Has ido en globo? Pues que te den por el orto, que ya te va haciendo falta” ( eso u otra variante de tan sana perversión ). En cualquier caso, aquí teneis el Soundcloud de “El Globo”, junto con su vínculo a la web Lacuerda.net
UN CHICO DE CIUDAD
Conforme fui repasando el repertorio de mi nuevo vecino de Facebook, con cada escucha se me hacía algo más difícil a elegir un tema lo bastante pegadizo y representativo.Y hasta el último momento en que he escrito el artículo no he decidido salomónicamente ofreceros este 2x1. Y es que Yeyo puede sonar a chicle-pop, pero su capacidad para dar matices a su música es tan digna de admirar como su puesta en escena. “Un chico de ciudad” es el tema que os encantaría escuchar como “starter” en clubes de Barcelona como Razzmatazz, Otto Zutz o City Hall o Saturgays @ Ribelinos y es su disco rojo ahora mismo. Y para no ser menos que otros artistas mainstream nacionales, su último video lo rodó en Nueva York , aprovechando una viaje con la familia durante el pasado noviembre.
Como músico semi-pro más o menos acostumbrado a escuchar un mismo tipo de música, cabe decir que este tema me sirvió para refrescar tipos de acordes poco corrientes en jazz, pero que resulta que suenan a porrillo en el pop. Hablo de sus2 o sus4, abundantes sobretodo en el break tras el puente, o la bajada semitonal que ocurre en el paseo instrumental previo al puente, todo un toque de clase. Ayudado por mi propio teclado, ha sido realmente estimulante y constructivo poner “en abstracto” todo lo que mi oído ha captado en esta canción. Estos mismos acordes a veces me sonaban como disfrazados entre las capas de la producción de modo que, cuando me bloqueaba a la hora de transcribirlos en la tablatura, siempre recurría a las notas del bajo para poder colocar con mayor corrección los cambios de acorde.
Hablando de bajo, observad durante la escucha como el bajo toca primera-quinta-primera de cada acorde. La figura recurrente es de tres semicorcheas en modo picado (precedidas por un silencio del mismo valor) en los tiempos 1 y 3 de cada compás.
Os dejo con esta segunda maravilla de un compositor a tener verdaderamente en cuenta en el futuro:
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