Estrenamos mes de marzo con algo perdido y algo hallado: lo perdido, mi móvil, que mientras estaba trabajando saltó accidentalmente de mi bolsillo y acabó aplastado por mi propia mini-carretilla eléctrica el pasado viernes en el curro. Y lo encontrado es un hallazgo musical completamente nuevo que me salió "al azahar" en un scroll down en Instagram, días antes del fatal accidente de mi mencionado teléfono. Y para que no se diga que la energía decae a causa de una eventualidad así, hoy os traigo un track de una banda que prácticamente salió del huevo a mediados del año pasado. Saludamos a CRUZ CORTÉS.
Están afincados en el área de Madrid, y en la foto responden por los nombres de Dani Vera (voz y batería, de pie), Santi Jiménez (bajo, sentado) y Diego Moreno (guitarrista saltador). Los tres provienen de proyectos en géneros musicales dispares (música clásica, bandas sonoras de videojuegos y bandas de rock alternativo de corto recorrido) y decidieron juntarse tras unos respectivos parones en sus proyectos musicales de origen con la única premisa de volver a disfrutar realmente de la música, pero siempre con la mira puesta en los directos e, importante, hacer saltar a la gente.
Así, tras varios meses pariendo temas, apareció su single de debut "Monterrey" en la primavera de 2023. Entre tanto, solo es posible descubrir su repertorio en sus, de momento, contadas puestas en escena: hasta ahora solo han dado una muestra de lo bien que suenan en vivo justo hace unas dos semanas. Habrá que seguirlos en Instagram para no perderse sus próximas actuaciones, visto el éxito que tuvieron días atrás en el Café La Palma de Madrid. Para que os hagáis una idea, y según sus propias palabras, su sonido es una mezcla feliz entreHarry Styles, Snarky Puppy (Wow!), Muse, Parcels y Aitana Ocaña (Gasp!). Y desacomplejados como están, no se cortan un pelo al decir que les encantaría telonear a Dua Lipa. En suma, el trío propone bascular entre lo indie y las miradas al pop mainstream.
A falta de conocer nuevos temas, que nos barruntamos que irán sacando con cuentagotas, nuestra propuesta de los Cruz Cortés para aprender a tocar en casa o en vuestra próxima jam session es su single más reciente llamado "Fuego". Todo el tema está construído de cabo a rabo en una misma progresión de acordes (I- V- IV- VII) de Mi menor.
Vamos a ir cerrando este mes de febrero desde Dordrecht con un recuerdo especial al Día de Andalucía que es hoy mismo. Una pequeña tradición que quienes leéis este blog de música recordaréis que se inició el año pasado desempolvando y poniendo en solfa a dos figuras del Clan Pantoja, cada cual con una canción pop bastante marchosa. Si queréis recuperar aquella publicación, al final de este mismo artículo os pasaré el link.
Pero estamos en 2024, y para este nuevo día de todos los andaluces- incluídos Irene y Rafa, dos hermanos malagueños salerosos que ahora viven y trabajan conmigo en Holanda- os propongo una subidita de nivel con dos artistas de esta bendita tierra..Ambos con tres cosas en común: ser irremediablemente sexys (#seteníaquedecirysedijo), el flamenco que les sale de natural en sus composiciones y voces y un nombre que, en sus casos, es sinónimo de éxito. La cosa tiene bemoles...Y no lo digo por decir.
MANUEL LOMBO: "¿CÓMO LO HAGO?"
Natural de Dos Hermanas (provincia de Sevilla), Manuel Vázquez Lombo es un ídolo de la música de raíz andaluza por derecho propio. Formado en la tradición flamenca más purista, desde los 2-miles es una presencia constante obligada en eventos del género, ya sea como parte de compañías de baile flamenco, copla o bien vinculados a tradiciones religiosas (Navidad, Semana Santa, Feria de Abril, etc.). De hecho, una parte no pequeña de su discografía son obras realmente devocionales de copla, villancicos y elogios a la Virgen del Rocío - del que es devoto declarado-. Por no hablar de su innegable presencia en los "media" de la región: Canal Sur le ha hecho crecer también como figura mediática desde 2010, como jurado del "talent show" regional "Se Llama Copla", invitado de lujo en "Somos Música" y presentador de "Música para Mis Oídos" y "Diana y Lombo", junto a otra diva del flamenco moderno, Diana Navarro.
En la vertiente más moderna de su música, es innegable la sombra de dos buenos árboles a los que Manuel se ha arrimado desde el inicio: Miguel Vargas "Bambino" (1940-1999) y María Jiménez (1950-2023). Su cuidada estética es una influencia directa de la que gastaba el rumbero de Utrera, y se ha ido puliendo con pantalones de talle alto, camisas, chaquetas chalecos ajustados y detalles como pañuelos al cuello al inicio o en la solapa más tarde. Como diría RuPaul, "Category is: Flamenco Dandy". En lo musical, ha seguido a Bambino y también a la famosa trianera en replicar los colores y el nervio de ambos a la hora de cantar, pero añadiendo un toque propio de profundidad o "jondura" siempre disciplinada. Con todo, y aún profesando admiración por estos dos "tótems" del flamenco y el canalleo, puedo afirmar desde aquí otras influencias con las que ha sabido jugar en su música, por más que su público lo encasille como flamenco puro.
Sabed que el pasado otoño redescubrí en mis auriculares a Manuel Lombo en dos elepés que merecen ser revisados y tal vez de gozar de mejor suerte comercial más allá de su territorio y de lo "típico andaluz": me refiero sus álbumes "Personaje Raro" de 2010 y "Yo" de 2016. De este modo, "Hablan de ti, hablan de mí" tiene los ataques apasionados del jerezano David De María; "Personaje Raro" lleva colores y giros similares a los de Enrique Heredia "Negri" ; "Preso de mi libertad" y "Perchas Blancas" llevan arreglazos que os recordarán a los trabajos del productor Emanuele Ruffinengo para Alejandro Sanz y Niña Pastori; hay toques de John Barry en "Lo Que Un Día Empezaste", mucho swing en "Ay, Amor" (su único atrevimiento hasta la fecha con el inglés) y samba de salón en "Y Vuelvas A Verme A Solas".
Mi propuesta para la lección de hoy es retomar el que para mí es su primer hit de cosecha propia: "Cómo Lo Hago" fue su single de debut publicado en 2006. Y se viene paradoja: a pesar de ser la canción insignia por la que todos, flamencos y profanos, identificamos a este artista, su homónimo elepé de debut sigue sin estar disponible en plataformas digitales. ¿El motivo? Chi lo sa... Tal vez el interesado nos lo explique, y aquí tiene un espacio para hacerlo.
Entre tanto, disfrutad de esta maravilla en tonalidad de Fa menor (cuatro bemoles en la armadura). Salvo un pequeño cromatismo que hallaréis en el estribillo, todos los acordes de la canción pertenecen a la escala de la tonalidad dada, así que ¿quién dijo miedo? Y como extra, y para añadir un "pinch" de sana locura, en el mismo link encontraréis instrucciones para realizar una progresión armónica de tres grados y el lugar perfecto de la canción para aplicarla. ¡Atrévete, mi arma!
Lo reconozco: cuando todo el mundo (al menos en España) empezó a volverse loco con la voz y la cara guapa del onubense Manuel Carrasco vía Operación Triunfo 2002, yo, como espectador, me mantuve un poco al margen. No solo porque tenía en la mira a otros triunfitos que me gustaban más (aunque, por desgracia, aquellos no tuvieron el mismo recorrido artístico en el medio y largo plazo), sino porque se me antojó alguien a quien las dinámicas de la famosa Academia y de quienes lo rodeaban al iniciar su carrera tras el concurso querían convertir de inmediato en una especie de Alejandro Sanz 2.0. Su primer elepé "Quiéreme" se vendió bien gracias al fenómeno del concurso, estuvo producido por el mítico cazatalentos del pop español MiguelÁngel Arenas. Y eso se notaba y se nota mucho en el sonido prefabricado y realizado a la prisa. Solo con el revuelo de OT dejado atrás y con su segundo elepé, su homónimo de 2004, el cantante de Isla Cristina pudo sentirse realmente cómodo, ya con una mayor libertad para priorizar sus propias composiciones.
,
El suyo es un pop-rock mainstream. No directamente flamenco-pop, pero sí con mucho Sur en la voz, y esa característica le ha hecho colarse en las playlists de los no pocos seguidores de música española que también vibran con figuras como Antonio Orozco o Malú , con quienes ha tenido el gusto de colaborar (¿recordáis su canción "Que Nadie..." de su cuarto disco "Inercia"?). Sus letras basculan entre la lírica confesional tras acabar una relación amorosa y la sencilla alegría de vivir y la importancia de disfrutar el momento vital que tienes delante. De este modo, el artista de Isla Cristina ha logrado quedarse, sin pausa pero sin prisa, en la mente y el corazón de no pocos oyentes de música, llegando a un punto en el que las cifras de ventas son algo relativo, por más que éstas hayan variado como lo han hecho de un disco a otro.
Y a Manuel Carrasco hay que escucharlo con calma, al margen de estos ciclos que ha generado su propio estatus de artista comercial. Puedes comprarle o no, puedes ser uno de tantos que le dé un llenonl en el Palacio de Deportes de Madrid o el Estadio De La Cartuja de Sevilla o quedarte en casa, pero siempre habrá una canción suya, explotada o no por las radios, las teles o las playlists de curadores, que te puede llegar a sorprender. Y eso me ocurre al escuchar piezas como "Vete", "Déjame Ser", "Pájaro Sin Vuelo", "En El Bar De Los Pesares", "Eres" o "Volviste". Esa es, creo, su baza para mantener un éxito y prolongarlo en el tiempo.
En esta pequeña lista también incluyo mi propuesta para aprender a tocar: "Si Miras A Tu Alrededor" formó parte originalmente de su disco "Habla" de 2012, y más tarde fue regrabada para "Confieso Que He Sentido", su disco de "reworks", junto con otras piezas sacadas de sus primeros cinco trabajos largos. Para la primera grabación, la tonalidad fue Si bemol mayor, mientras que en la versión posterior se le bajó el tempo y un semitono (hacia La mayor), la tonalidad en que actualmente canta el propio Manuel. Os dejo por aquí la versión con dos bemoles, pero igualmente la podréis modificar con el correspondiente botón que hallaréis en el margen derecho del texto.
Espero que, como yo, os hayáis sentido "gallinas de piel" al volver a oir estos dos temitas. Y si queréis más pop en el Día de Andalucía, haced click AQUÍ.
Ha sido un mes y medio sin escribir absolutamente nada y, de repente, la fuerza de una canción me hace volver a mi propio blog y empezar este año 2024 aunque sea coincidiendo con el inicio este Nuevo Año del llamado Dragón de Madera, un Carnaval que se va... Y un Día de Enamorados/San Solterín que ya tenemos encima.
Veamos si el tal bicho cósmico de los chinos me insufla más fuego dentro para poder escribiros con más asiduidad. Lo cierto es que en el último mes he pasado por no pocos estados de ánimo que van desde la euforia por presenciar unas campanadas de Fin de Año diferentes en Dordrecht y bailar en el Rebel Rebel de dicha localidad a quedarme más de un día sin fuelle tras el trabajo y encadenar bajonas mentales por no ver respuestas a un par de anuncios que he colgado por ahí ofreciéndome como músico, con pensamientos invasivos relacionados con mi escaso progreso como tal en mi propio país, dudas de si retomar clases de música o mejor seguir algún curso de psicología de artista, ambas opciones sin garantías serias de que eso se traduzca en bolos y citas para grabar (yo también quiero queremos facturar cual Shakira con Bizarrap); tener que renovar documentos y, aprovechando justo este trámite obligatorio, tomarme unas más que merecidas vacaciones de mi puesto como almacenero en el Primark de Rosendaal y bajarme a casa de mis padres; dormir diez horas diarias, comer un poquito más, ver la peli "Respect" de Jennifer Hudson que dejé pendiente antes de salir a ganarme la vida a Países Bajos, releer al historietista alemán Ralph König, disfrutar como un enano de TODOS los candidatos del pasado Benidorm Fest (¡enhorabona Nebulossa y arriba las zorras en Malmö para la Eurovisión que viene!), tomar el sol de la mañana, re-desayunar con churros y chocolate a la taza en el mercadillo semanal de mi ciudad natal, ponerme al día con algunos amigos cercanos (gracias Nacho y Óscar); resarcirme del hambre de sexo en tierra extraña (gracias Lau, Dani y Luis), armar una cita pendiente desde el pasado octubre con mi psicóloga (hola, Carmina), una visita relámpago y casi anónima al Taller de Músics de Barcelona para conocer nuevos talentos que componen canciones y darme algún capricho en forma de vinilos de Herbie Hancock, Miles Davis, mis nuevos amiguitos holandeses Waan y Fangoria (¡ecléctica que es ella!).
Así que acá me tenéis, de vuelta al tajo y at last con el primer AFÍNATE del año. Una canción que me llegó la semana pasada como sugerencia en Spotify. Una banda con la pegada y la onda de otras nacionales como Lori Meyers, pero esta vez venida desde Baleares: así he descubierto a los JOVEN DOLORES.
Realmente, la comparación no es gratuita, pues ya la voz de su cantante David Serra invita al despiste, pues tiene un color y un nervio a caballo entre la de Noni López y Eddie Vedder. El cuarteto se arma con Joan Barbé (guitarra), Frederic Torres (bajo) y Joan Carles Marí. Cuentan con no pocos conciertos en sus maletas, fruto de proyectos anteriores que tuvieron relevancia como Statuas D Sal y Projecte Mut (éste último les llevó a poner banda sonora a la programación del verano de 2015 de Televisió de Catalunya y Catalunya Ràdio con la canción "Junts"), así como tres álbumes de estudio con esta formación: "Galopa Los Días" (2019), "Un Segundo" (2019) y "Querido Impulso", editado el pasado año y cuya avanzadilla fue justamente la canción de más abajo.
De este mismo álbum y como acicate para su actual gira de conciertos, Joven Dolores han regrabado dos singles con colaboradores de lujo: "Infinito Equis" junto a Jesús Cifuentes de Celtas Cortos y "Solo Repetir" con Iván Torres de los Efecto Pasillo (que se lanzará pasado mañana).¿Y cuándo verlos en vivo? Sus próximos directos tendrán lugar en La Yesería de Murcia (16 de marzo), Sala Marte de Málaga (13 de abril) y Sala Moby Dick de Madrid (7 de junio). Y si preferís apartar unos ahorros para más tarde, la banda formará parte del line-up del próximo festival Sonorama Ribera en Aranda del Duero, ya a primeros de agosto.
Energía luminosa en la voz y en los arreglos, sencillez en los acordes (La menor) y una letra que es ideal para un San Valentín como este, tengas o no pareja. Una fórmula perfecta, vamos.
¡Re-bienvenidos a mi mundo y gracias siempre por leer!
